Historia y Patrimonio de Riosa: ENCARNA LA DE FELGUERA, MÁS DE UN SIGLO DE LA HISTORIA DE RIOSA

ENCARNA LA DE FELGUERA, MÁS DE UN SIGLO DE LA HISTORIA DE RIOSA

Encarna Vázquez Sariego, en su casa de Felguera

Encarna celebrando que cumplía 100 años el pasado año 2021. Foto de Lucía Perera.

Encarnación Vázquez Sariego, "Encarna la de Turón" o "Encarna la de Felguera", puede estar orgullosa, recientemente ha cumplido ciento un años, más de un siglo de la historia de Riosa, y lo ha hecho con plena lucidez y calidad de vida, algo muy importante. Por todo ello se merece nuestro reconocimiento, por ser memoria viva de nuestro Concejo, por demostrar a lo largo de su longeva vida un enorme tesón y tenacidad, por haber sido una gran trabajadora. Nunca se arredró ante las dificultades que la vida le ponía por delante, superándolas con esfuerzo y la ayuda de su familia. Según ella nació el 31 de octubre de 1921, según el acta de nacimiento del Registro Civil de Riosa, el 1 de noviembre de 1921. Da igual, Encarna atesora la historia de más de un siglo de nuestro Concejo.

Certificación de nacimiento de Encarnación Vázquez Sariego (Encarna) Tomo 17, pág. 123.

Nació en Felguera, en el barrio de los "Maeros", donde sus padres tenían la casa: "En Felguera yo nací; en Felguera me crié; en Felguera fice el nido y en Felguera me casé. Y no os puedo decir cuando me moriré". Son sus palabras.

Encarna está orgullosa de su pueblo: "Si me queréis escribir y saber mi paradero, yo os lo voy a decir, vivo en el pueblo Felguera, en el Solorro L´Yana, frente al horro del medio".

Felguera (Riosa), pueblo donde nació Encarna

Casa actual donde vive Encarna en el pueblo de Felguera (Riosa), frente al Solorro l´Yana. Antes vivió en la casa que tenían sus padres en el cercano barrio de "Los Maeros".

El Solorro l´Yana en Felguiera (Riosa). En frente del hórreo del medio, está la casa donde vive Encarna Vázquez Sariego.

Hórreo del medio, en el Solorro l´Yana, enfrente del cual vive Encarna

Nació en el seno de una familia numerosa - once hijos -; sus hermanos varones: Isaac, Adolfo, Eladio y Bernardino; sus hermanas: Aurora, Adela, María, Luz, Pilar y Conchita; sus padres, Francisco Vázquez Otero e Isabel Sariego Álvarez.

Isabel Sariego Álvarez y Francisco Vázquez Otero, padres de Encarna.

Isabel Sariego Álvarez, madre de Encarna.

Tenía cinco hermanos delante y cinco hermanos detrás : "De once hermanos que somos yo en el medio me instalé, cinco tenía delante y cinco vinieron después". De los once, diez nacieron en Felguera, y el primero en Caborana, Concejo de Aller, donde su padre trabajó, concretamente en "Mina Mariana", en Villanueva (Moreda) sobre el año 2016. De hecho figura en la portada de algunos libros en la bocamina ("Minas de ayer en el Concejo de Aller" de Guillermo Fdez. Lorenzo y en una publicación de la Nueva España -Historia de la Economía Asturiana" tomo II- ). Aparece agarrado al cuerno de uno de los bueyes con los que se sacaban el carbón de la galería.

En esta foto del archivo de Guillermo Fernández Lorenzo vemos a Francisco Vázquez Otero -"Francisco Turón"-, padre de Encarna. Aparece en primer plano, tocando el cuerno de uno de los bueyes que sacaban el carbón de la galería, en Aller. Según nos comento en alguna ocasión su nieta Marisabel, Francisco "Turón·", tenía bueyes que eran utilizados para extraer el carbón en las minas de montaña. De los once hijos que tuvo con Isabel Sariego, fue precisamente Eladio el único que nació fuera, concretamente en Cabañaquinta (según figura en el DNI), en el año 1924.

Fue a la escuela del "Cantón", pero sus primeras letras las aprendió de un maestro cojo que vivía de posada en la casa de Caxil; sin embargo la asistencia a clase no era muy constante ni durante muchos años.

Escuela del Cantón, donde acudió Encarna para aprender las primeras letras.

En una familia tan numerosa era necesario arrimar el hombro y colaborar con las tareas de la casa, por lo que muchas veces no podían ir a la escuela.

Sus padres tenían ganado que era necesario atender y cuando lo subían al puerto, en ocasiones hasta dos veces al día subían a los pastos de altura, en días de mal tiempo de "madreñes" y con un "sacu de capirote" para taparse; también trabajaba la huerta. Fueron años de mucho sacrificio. Siendo aún muy joven, estuvo trabajando en distintas casas, de Riosa y fuera de Riosa. La primera fue en La Marina, cuidando los hijos de Esteban, después estuvo con Nieves Cabo, en La Vega y otros muchos lugares, ..., en Oviedo, en Trubia .... Donde permaneció durante más años fue en casa Dionisio Álvarez Villanueva y Candida, en La Vega, primero en la casa de la plaza del Ayuntamiento y después en la casa que construyó en La Vega de Abajo, alrededor de 10 años, allá por el año 1957. No soló atendía las labores de la casa, también atendía el ganado, en "El Prau La Guela", por debajo de Fresneo y en El Cabornín.

Encarna "buscando" una de las vacas de Dionisio Álvarez Villanueva, en La Vega.

Previamente, trabajó en "La Teyera El Llerón", en La Ará.

El día 2 de marzo de 1957 se casó con Joaquín Perera, en la Iglesia parroquial de La Vega, de cuyo matrimonio nació su hijo Enrique.

Certificación de matrimonio de Encarna Vázquez Sariego y Joaquín Perera Muñiz

Encarna y Joaquín el día de su boda (2 de marzo de 1957)

Año de 1967-68, Encarna con su hijo Enrique en Felguera

Encarna con su hijo Enrique en su casa de Felguera

Parecía que iniciaba una nueva etapa con un futuro prometedor, sin embargo, todos sus proyectos se truncaron, ya que Joaquín, once días después, el día 13 de marzo de 1957, sufre un grave accidente en la mina, perdiendo una de sus piernas.

De la mina solamente le quedaron 907 pesetas al mes por lo que tuvieron que buscar trabajos complementarios. Inicialmente le ofrecieron atender la centralita telefónica cuyo servicio se inauguró poco tiempo después de su accidente, también, Silvino Sariego, el alcalde, le ofreció la vigilancia de las nuevas casas de Nixeres, pero no se decidió a aceptarlos. Finalmente, Luis Sariego, el exalcalde, le hablo de una plaza de cartero vacante. Era el último día así que se trasladó a Oviedo, la solicitó y se la concedieron. Encarna, debido al problema de su marido, colaboró activamente en el reparto de la correspondencia por los pueblos del valle La Xuncar, de Llamo y por La Ará- Joaquín era una persona que a pesar de la perdida de su pierna, cumplía con su tarea de cartero, con la ayuda de su "pullina". Gracias a ella iba a todos los pueblos del reparto.

Joaquín, en Villamer 1963), repartiendo la correspondencia

Joaquín en Troncos (08-09-1970), camino de Felguera después de repartir la correspondencia.

Encarna y Joaquín

En L´Ará, como le era casi imposible subir los cuatro pisos de algunas edificios de las "colominas", utilizaba un silbato, para avisar de la llegada de la correspondencia para que bajaran a buscarla al portal, entonces no había buzones. Como cartero trabajó alrededor de veinte años (desde principios de los años sesenta hasta principios de los ochenta)

Pero, además, Joaquín cortaba el pelo, hacía garabatos y estiles para la guadaña - era Encarna la encargada de buscarle "forcaes"-, ponía inyecciones y atendía el estanco que le había dejado su madre Isabel, en Felguera. Antes de regentar el estanco, también trabajó en el almacén de vinos de Los Peralona, lavando botellas.

La colaboración de Encarna con su marido fue esencial, de hecho podemos decir que, sin su ayuda, quizá Joaquín hubiera tenido muchísimas dificultades para cumplir su cometido.

Como veis la vida de Encarna, es un ejemplo de mujer trabajadora, de hecho La Asociación de Mujeres "La Pimpana", el nueve de Marzo de 2012, le otorga su reconocimiento en el "Día de la Mujer Trabajadora"·

Posteriormente, con fecha 29 de Septiembre de 2017, recibió la distinción de "Paisana del año 2017".

La Alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, entrega a Encarna la distinción de "Paisana del año"

La familia de Encarna la acompaña el día 29 de septiembre de 2017, día en que recibió la distinción de "Paisana del año".

Nosotros, personalmente, siempre le estaremos muy agradecidos, por brindarnos su colaboración, por su amabilidad y buena disposición, facilitándonos información, fotos etc.. Y siempre con una sonrisa. Desde hace tiempo una de nuestras rutas de caminante pasa por delante de su casa, y cuantas veces paramos a hablar con ella, siempre nos dejó alguna "joya", porque, Encarna es la representación de la sabiduría popular.

En una de nuestras charlas, Encarna nos habló de las "lloronas", plañideras que lloraban por un precio en los entierros.

Según se recoge en el libro "Asturias" (1894-1900), de Octavio Bellmunt y Fermín Canella, en Riosa, vestigio del paso de los romanos por Riosa se conservaban extrañas costumbres, ya desaparecidas, como la de las "Conductio in funere", plañideras o lloronas alquiladas para los entierros, que se desconsolaban en las casas mortuorias y en la conducción de los cadáveres por un precio fijado en relación con la clase de las exequias y la calidad del fallecido. Por salario solían recibir una medida mayor o menor de grano. Estos mismo autores recuerdan en la misma publicación como una viuda recomendaba a la plañidera derramase sus abundantes y fingidas lágrimas por su esposo con estas palabras:

"Llóralu bien llorau,

Qe to dátelu llenu y encorrompinau". Se refería a la abundante medida de grano que iba a recibir por sus servicios.

Han pasado más de ciento veinte años y aún hoy las personas mayores, como Encarna, aún las recuerdan y recitan.

Todo este gran bagaje la hace merecedora de nuestro reconocimiento.

FOTOS.-

Año 1948-49, en La Brañueta (La Vega de Riosa). En la parte superior: Adolfo, Jesús del Habanero, Albina, (?)y Laura; abajo: Ángeles La Granxa, Encarna, Lidia y Ladio