jueves, 28 de junio de 2018

MANIFESTACIONES DEL PATERNALISMO DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA MINAS DE RIOSA

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la actitud paternalista de algunas empresas hacia sus trabajadores era patente. La Sociedad Anónima "Minas de Riosa" fundada el 10 de abril de 1899, no fue una excepción. La mano de obra utilizada por esta empresa procedía fundamentalmente de los Concejos de Riosa y Morcín. Gentes que hasta el inicio de las explotaciones del carbón, se dedicaba a la agricultura y a la ganadería y que solían utilizar  el trabajo en la mina más bien como un complemento. El dinero que recibían de la mina les venía muy bien, no obstante seguían con sus pequeñas explotaciones agropecuarias.
 Por aquel entonces era muy común que durante los meses del verano, los mineros de Riosa y Morcín abandonasen la mina para  recoger la yerba o realizar actividades ganaderas. Esta actitud  no era muy bien vista por la empresa, le producía perdidas de ahí que intentase  revertir la situación. Era necesario crear un ambiente atractivo para que  el obrero autóctono estuviera más vinculado a la empresa, abandonado la condición de obrero mixto (minero-agricultor-ganadero) y se dedicara exclusivamente a la actividad minera. Sin embargo, esta pretensión  era un poco utópica. Los sueldos que cobraban los mineros a finales del siglo XIX, principios del siglo XX, no eran suficientemente amplios como para mantener una familia -en aquellos tiempos las familias solían ser numerosas -, por lo que no les quedaba más remedio que seguir con su actividad de obrero mixto.
La historiadora, Mercedes Fernández Menéndez en su libro "De la Corona a los Accionistas anónimos", publicado en el año 2016 hace referencia a este tema -pgs. 318 y ss.
La Sociedad "Minas de Riosa" utilizó diversos métodos para  conseguir  una vinculación del obrero autóctono a la actividad minera. Sabían que los sueldos eran bajos y como complemento recurrieron a las remuneraciones en especie (carbón para uso doméstico), antecedente del, posteriormente, conocido como "vale de carbón", derecho que los mineros asturianos obtuvieron con carácter general en el año 1932.
Según relata Mercedes Fernández en los inicios de la Sociedad "Minas de Riosa" era corriente que muchos mineros de Riosa y Morcín solicitaran a la empresa autorización para la extracción de carbón para consumo domestico  en las explotaciones de la Sociedad, que solía concederlo. Existe documentación que acredita estas peticiones. Otro ejemplo del paternalismo empresarial. Sin embargo, más adelante las peticiones en este sentido, comenzaron a denegarse como consecuencia de los abusos en la extracción del carbón. Ya no se autorizaban tan fácilmente estas concesiones por lo que era necesario la utilización de intermediarios allegados a la Sociedad.
Es el caso de los Ayuntamientos. En este sentido, en el archivo municipal del Ayuntamiento de Riosa existe un documento fechado en Gijón el 5 de diciembre de 1899 en el que el Director Gerente de "Minas de Riosa", Alfredo Santos Arana, a petición del Alcalde de Riosa, autoriza a los vecinos del Concejo la extracción  de carbón en las minas de la sociedad.
No obstante establecía condiciones:
1ª.- La autorización tendrá vigencia "...durante el tiempo que la Sociedad estime conveniente...", "y dicha concesión cesará desde el momento en que por uno de los dependientes de la indicada sociedad, ésta ordene cesar los trabajos de extracción".
2ª.- La extracción de carbón será gratuita. La empresa no cobraba nada a los vecinos de Riosa en concepto de indemnización o canon.
3ª.- Los explotadores tenían la obligación de seguir los consejos de los agentes técnicos de la Sociedad, tanto desde el punto de vista de las labores  que se llevaran a cabo como de los sitios en que dichas labores debían ejecutarse.
4ª.- La Sociedad no contraía responsabilidad alguna por este tipo de explotaciones, teniendo que renunciar los vecinos a cualquier reclamación o indemnización como consecuencia  de algún accidente que pudiera producirse.
5ª.- Las labores debían conservarse en buenas condiciones por si la Sociedad le pudiera interesar utilizarlas para investigaciones o labores futuras.
6ª.- Se establecía un máximo de explotación mensual, siendo destinado el carbón para usos domésticos y agrícolas, sin que pudiera ser objeto de venta fuera del Concejo.

Autorización de la Sociedad "Minas de Riosa", de fecha 5 de diciembre de 1899, a petición del Alcalde de Riosa, para que los vecinos del Concejo pudieran extraer carbón de las minas de la Sociedad para uso doméstico:



sábado, 23 de junio de 2018

CARMINA, COCINERA Y GUARDESA DE LA ESTACIÓN DE TVE EN EL PICO GAMONITEIRO -1.791 M. - (QUIRÓS)


Carmina Ruíz Suárez, en su casa de Riosa, repasa alguna de las fotos que conserva de su estancia en la estación de TVE en el Gamoniteiru, de sus compañeros etc.:


Hoy queremos ofreceros la semblanza de otra mujer riosana que durante quince años ejerció de cocinera y guardesa de la estación de TVE en el Gamoniteiru (Quirós) -1.791 m. - en la Sierra del Aramo, más otros cinco años más en el Centro Territorial, en Oviedo.
Nos referimos a Carmina Ruíz Suárez-86 años -. Carmina nació en Grandiella el 9 de octubre de 1931. Dentro de una familia de nueve hermanos, es la mayor de las hermanas; hija de Juan Ruíz Rábago y de Ludivina Suárez Otero. Su relación con el trabajo en la Estación de TVE en el Pico Gamoniteiru, en plena Sierra del Aramo comenzó en el año 1972. Necesitaban una cocinera para garantizar el relevo y encargaron a uno de los guardas, Pedro, de Muriellos (Quirós) para que localizara una cocinera. Pedro, hermano de Matilde, que estaba casada con Constante Les Texeres, la buscó en Riosa. Una vez en Riosa contacto con Ramón Suárez, a quien conocía. Y fue Ramón quien le habló de Carmina. Carmina en un primer momento tuvo algunos dudas. Y es normal ya que debemos tener en cuenta que el puesto de trabajo que le ofrecían era bueno, pero tendría que desempeñarlo en plena Sierra del Aramo, en un edificio aislado a 1.791 m de altitud, y, en un principio, una mujer o dos entre muchos hombres. Además la posibilidad de quedar aislados en época invernal, durante muchos días era probable como consecuencia de la nieve. Sin embargo, se decidió y a los tres días ya estaba trabajando en la Estación de TVE. Cuando llegó, la otra cocinera era Josefina, la de Bárzana, a quien acompañaba su marido Marcelino. Inicialmente, trabajo allí durante trece meses, en cuyo periodo hubo ocasiones en que estuvo como única cocinera.Su marido, Pepe La Partayera, por aquel entonces, estaba de baja por larga enfermedad. Cuando llegó había dos turnos de técnicos, dos de ayudantes y dos de guardas; posteriormente, llegó a haber cuatro turnos de cuatro.
Después de los trece meses, su marido comenzó de nuevo a trabajar en la mina y ella decidió dejar de hacerlo en el Gamoniteiru. Sin embargo en el año 1976, las circunstancias en la estación cambiaron, el personal fue aumentando tanto los técnicos como los vigilantes, y las cocineras llegaron a ser seis, lo que permitía los relevos y los descansos, además, en ocasiones, le acompañaba su marido, Pepe. Trabajaban quince días y descansaban otros quince. 
A pesar de que su función era la de cocinera, en realidad hacían, además, todas las labores propias de una casa (hacían las camas, lavaban la ropa, ponían la mesa, hacían labores de limpieza etc).
Así fue hasta que fueron a Madrid para realizar un examen. Allí les preguntaron por las funciones que desempeñaban y al conocer lo que realmente hacían, les dijeron que la categoría que les correspondía era la de "guardesa. y Así fue a partir de ese momento.
En el otoño se hacía una compra general de todos los productos no perecederos, los perecederos los subía todos los días el todo terreno que hacía el servicio. .
El principal problema, aparte del aislamiento en un centro de trabajo a 1.791 m. de altitud, eran las fuertes nevadas en la época invernal. Cuando esto sucedía los vehículos no podían subir hasta el Gamoniteiru, sobre todo al principio, ya que no había máquina quita-nieves, después fue un poco más fácil. Recuerda Carmina que, en varias ocasiones, tuvo que subir hasta la Estación o bajar hasta el Alto de La Cobertoria ( 7 km.) andando y con nieve. Y no solo eso, nos cuenta también que, en algunas ocasiones permanecieron aislados, un mes, incluso hasta 45 días. Cuando se producían estas situaciones, descansaban tantos días como habían permanecido aislados. Cuando murió su madre, Carmina estaba de servicio, avisaron de noche pero ya estaba acostada y no le dijeron nada, sin embargo, a las seis de la mañana vinieron a buscarla; el todo terreno no pudo subir hasta arriba porque estaba nevado y tuvo que bajar hasta el punto en que había quedado, andando. Incluso cuando se produjo el fallecimiento en accidente de trabajo de Manolito, el de Lolita, bajaron con una gran nevada hasta el Bar de Armá, atajando en vertical desde el muro hasta la casa de Manolín el camineru, situada cerca de la actual desviación hacia El Alto del Cordal por Espines de Foz. Otro recuerdo imborrable de Carmina fue cuando, en una ocasión, también con nieve, se puso enferma. Ni podía subir el todo terreno ni tampoco el helicóptero por la intensa niebla; al tercer día el cielo se abrió y el helicóptero, con un médico, se posó en el Picu Gamoniteiru, al lado de la casa, y la trasladaron hasta el helipuerto de la policía nacional en Oviedo, cerca del hospital. Durante los días que estuvo enferma en la Estación de TVE, tiene un buen recuerdo de sus compañeros que la trataron a cuerpo de rey.
Durante el largo periodo en que hubo personal de forma permanente en la Estación, a pesar de que tenían acceso restringido y las comunicaciones solo se realizaban por radio, en muchas ocasiones hicieron de buenos samaritanos, con muchos ganaderos o gente que se habían extraviado por las condiciones meteorológicas adversas, algún accidente etc. Me contaba Ramón Suárez, taxista en Riosa durante muchos años, que una ocasión, un grupo de ganaderos de Felguera había subido a atender al ganado, el tiempo se complicó y la niebla intensisima y el agua hizo al final que no pudieran reunirse todos para el regreso. Faltaba una persona. Buscaron y buscaron y no le encontraron. Fue cuando decidieron ir hasta la Estación de TVE en el Gamoniteiru en demanda de ayuda. Querían que les llamasen desde allí a un taxi para poder regresar rápido a Riosa y, de ser necesario, organizar un equipo de búsqueda, pensando en que la persona que faltaba hubiera sufrido algún accidente, a pesar de que era persona experta en el Aramo. Cuando les explicaron el motivo, les dijeron que allí no había teléfono, solo comunicación por radio. No obstante buscaron una solución, emitieron un mensaje a través de Radio Nacional reclamando que Ramón, uno de los taxistas de Riosa, acudiese al Gamoniteru a buscar a los ganaderos para, ya desde Riosa, organizar la búsqueda de la persona que faltaba. La mujer de Ramón, Mari, estaba escuchando la radio cuando oyó que reclamaban el servicio de su marido en el Gamoniteiru. En un principio quedaron sorprendidos, pero a los pocos minutos repitieron el mensaje. Ramón cogió el taxi y en "un día de perros", a pesar de los reparos de su mujer, salió en dirección a la Estación del Gamoniteiru. Tardó en llegar, la niebla le permitía ver poco más de un metro - los que conocen la Sierra del Aramo saben perfectamente lo difícil de una situación como esta-.En primera, durante casi todo el recorrido desde la desviación del Alto de La Cobertoria, finalmente pudo llegar y trajo hasta Riosa a los ganaderos. Lo primero que hicieron, nada más llegar, fue ir hasta casa del ganadero que faltaba, el de mayor edad. Pues bien, estaba en la cama durmiendo. Se cansó de esperarlos y viendo el mal cariz que tomaba el tiempo, como buen conocedor de La Sierra del Aramo, decidió bajar por la Cueña de Covariega hasta La Balsa y Felguera. Un final feliz que, no obstante, generó mucha incertidumbre y la intervención del personal de la estación del Gamoniteiru. Estamos seguros que este es solo un ejemplo de otros muchos en los que intervinieron prestando ayuda a la gente. 
La relación diaria entre todo el personal, técnicos, guardas y cocineras era muy cordial, formaban como una familia. De hecho, aún se reúnen todos los años. Su condición de mujer entre tantos hombres nunca le supuso inconveniente alguno.
En el año 1989 dejó de trabajar en el Gamoniteiru y pasó a prestar servicio en el Centro Territorial de Oviedo, primero en Valetín Masip y después en Sabino Fernandez Campos, en Santullano.
En total, Carmina trabajó para TVE unos veinte años, quince en el Gamoniteiru y cinco en en el Centro Territorial de Oviedo. Se jubiló por enfermedad a los sesenta y tres años - año 1994 -. Lo mismo que las condiciones en que se desarrollaba el trabajo, el aislamiento.., eran duras, las condiciones económicas eran buenas, llegando a cobrar en un mes de diciembre de 1989, entre paga ordinaria y extraordinaria sobre 90.000 pts. El trabajo en la estación del Gamoniteiru, les ocupaba prácticamente todo el día, solamente tenían algunos momentos de descanso después de comer y, como no podía ser de otra forma, la televisión si podrían verla.
Carmina aún guarda con mucho cariño las placas que le entregaron, por un lado, Retevisión y, por otro, sus compañeros, con motivo de su jubilación, juntocon otros regalos, como un juego de plumas de escribir.
La época invernal era la más dura, por la nieve; también las tormentas en cualquier época del año, ya que, alrededor de la estación, se producía un autentico infierno, con los rayos estrellándose en los picos del entorno y que, en temporada de pastos, llegaron a matar varias vacas.
La Estación debía permanecer en servicio día y noche y si se producía un fallo de corriente eléctrica, accionaban los potentes generadores del sótano.
La emisora del Gamoniteiru era considerado como un lugar estratégico y, como tal, aparte de los guardas, en determinadas fechas se doblaba la vigilancia, bien por la Guardía Civil o por el ejército (1º de mayo, discurso del Jefe del Estado, etc.). Vigilancia que, con el paso del tiempo, fue reduciéndose, no así la de los guardas.
En su larga estancia en el Gamoniteiru, Carmina recuerda algunas anécdotas, pero hay una que aún recuerda con nitidez: 
Era un 1º de mayo y al llegar la noche comenzó a nevar. Por esa fecha solía haber vigilancia especial -como antes referíamos- , pero en aquella ocasión solo estaban los técnicos, los guardas y ella. Estaba viendo como nevaba a través de los cristales cuando vio que se acercaba una persona totalmente embarrada y vestida con un uniforme raro. Rápidamente avisó a los guardas. Ante la posibilidad de que pudiera tratarse de algún tipo de trampa para un posible atentado, los guardas tomaron precauciones, no obstante abrieron y hablaron con la persona que acababa de llegar a horas tan intempestivas en medio de la niebla y la nevada. Resulta que era un empleado de pompas fúnebres de Madrid - de ahí su uniforme -, había venido a traer el cadáver de una persona a Bárzana de Quirós que había muerto en la cárcel. En Bárzana le dijeron que a la vuelta no tenía por qué volver hasta Oviedo, que podía regresar por el Alto de La Cobertoria. Así lo hizo, pero entonces no había GPS y la niebla le despistó. Cuando llegó al Alto de la Cobertoria en vez de seguir hacia Pola de Lena, tomó el desvío hacia El Gamoniteiru. En el Km 6, ya casi debajo de la estación, la nieve impidió el paso del vehículo funerario y al intentar dar la vuelta se deslizó fuera de la carretera. Imaginaos la escena, un vehículo funerario casi en la cima del Gamoniteiru y nevando. Debió ser algo muy fuerte para el empleado de la funeraria madrileña. Quizá porque viera alguna luz de la Estación, continuó hacia arriba y, de aquella guisa, llegó a la puerta de la emisora de TVE. En principio, los guardas no podían abandonar la Estación, no obstante se comunicaron con el jefe de la Emisora quien, después de conocer el caso, les autorizó ir hasta el vehículo por ver si podían sacarlo a la carretera y así poder continuar su camino de vuelta hacia Madrid. No pudo ser.
Carmina estaba sola en la Estación, temiéndose lo peor ante la tardanza de los guardas, hasta se le pasó por la imaginación que todo había sido una trampa para sacar a los guardas del edificio. Sobre las dos de la mañana regresaron todos. Le dio algo de cenar y le preparó una cama. El empleado madrileño pasó la noche mal. La ropa se la secó y limpió y por la mañana el todo terreno que subió hasta la emisora, mediante un cable logró sacar el vehículo y pudo regresar a Madrid. 
Pasado poco tiempo recibieron por correo una gratificación en agradecimiento por la atención recibida.
Carmina aún recuerda perfectamente a todo el personal:
Ingeniero:
Ceclio Suárez, en Oviedo 
Jefe de Emisora, Manuel Pulgar, subía diariamente a la emisora.
Técnicos: 
Vicente, Luis, Amado, Pepe Luis y Javier
Ayudantes: 
Manuel Meredith, Andrés Piquero, Montoto y Ángel
Guardas: 
Orestes, Fidalgo, Reinerio y Pedro
Cocineras:
Josefina, de Quirós, Carmina, de Riosa;Soledad, de Pola de Lena;Eloina, de Figaredo; Josefina, de Pajares;Aurita, de Pajares.

Carmina Ruíz Suárez, en su casa de Riosa, repasa alguna de las fotos que conserva de su estancia en la estación de TVE en el Gamoniteiru, de sus compañeros etc.:



Trás esta foto idílica, se ocultan condiciones muy duras para el trabajo y mucho sacrificio. 
Las condiciones en la Estación de TV del Gamoniteiru -1.791 m. - (Quirós), donde trabajó Carmina durante quince años como cocinera y guardesa, en la época invernal, eran muy duras:





Carmina Ruíz Suárez, en su casa de Riosa, repasa alguna de las fotos que conserva de su estancia en la estación de TVE en el Gamoniteiru, de sus compañeros etc.:



Carmina, en un día soleado, en la parte exterior de la Estación de TVE del Gamoniteiru:


Estación de TVE del Gamoniteiru en 1976:


Carmina, en un día soleado, en la parte exterior de la Estación de TVE del Gamoniteiru:



Estación de TVE del Gamoniteiru, en los primeros años:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) vista desde el picu La Xistra 1.765 m.)- Riosa -, en la actualidad:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) , en época invernal:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) , en la actualidad:


Edificio de la Estación de TVE en el Gamoniteiru (Quirós), en los primeros años:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) , en época invernal:


Cruz del Picu Gamoniteiru (1.791 m) en época invernal:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) , en época invernal:


Carmina Ruíz Suárez, el día de su jubilación:


A situaciones como estas tenían que enfrentarse los vehículos todo terreno que subían hasta la Estación de TVE del Gamoniteiru (Quirós), cuando ya había máquinas quita-nieves:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) , en época invernal, en la actualidad:


Estación de TV del Gamoniteiru - Quirós - (1.791 m) vista desde el picu La Xistra 1.765 m.)- Riosa -, en época invernal:


A situaciones como estas tenían que enfrentarse los vehículos todo terreno que subían hasta la Estación de TVE del Gamoniteiru (Quirós), cuando ya había máquinas quita-nieves:


Placa regalada a Carmina por sus compañeros de trabajo en el momento de su jubilación:



Bandeja regalada a Carmina por Retevisión en el momento de su jubilación:




Placas y regalos para Carmina con motivo de su jubilación de Retevisión y de sus compañeros de trabajo: