MINAS DE COBRE Y DE COBALTO DE TEXEO (RIOSECO). CONCEJO DE RIOSA. ASTURIAS. ESPAÑA.
Por José Luis Cabo Sariego
Minas Prehistóricas. El Socavón, en La Campa Les Mines:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En esta foto podemos ver la casi totalidad de la explotación de las Minas de Texeo-Rioseco (Riosa). En la parte inferior izquierda el Poblado de Rioseco y las instalaciones para el tratamiento del mineral. En la zona intermedia, el canal por donde sube el camino serpenteante, el cual según Dory fue construido en el año 1892 con 52 revueltas y que era por donde bajaba el cable aéreo que transportaba el mineral de cobre y cobalto. En la parte superior, La Campa Texeo (pisos 1º; 2º y 3º) y por encima La Campa Les Mines (piso 4º), con las minas prehistóricas –El Socavón- y El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Este dibujo de las minas prehistóricas de Texeo-Rioseco (Riosa), fue publicado en la Revista Minera en 1893. A mi entender, comparándolo con fotografías actuales, lo que se plasma en la parte superior del dibujo, son las labores más antiguas, las de El Arrebolleu y no las del Socavón, en La Campa Les Mines:
Lámina 5.
Revista Minera
El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El Socavón, en La Campa Les Mines:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Poblado minero y restos de las instalaciones de transformación del mineral:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
INTRODUCCIÓN.-
Para comprender mejor la magnitud del
descubrimiento de la minas de cobre y de cobalto de Texeo (Rioseco) – Concejo de
Riosa -, realizado por el ingeniero belga D. ALEJANDRO VAN STRAALEN en el mes de
setiembre de 1888 y
Fotografía del ingeniero D. Alejandro Van Straalen, publicada en la "Revista Industria-Minera Asturiana", en un artículo publicado el 16 de diciembre de 1920, como consecuencia de su fallecimiento en su domicilio de Ablaña (Mieres) a la edad de 85 años.
situarlo en su punto justo, contamos con un instrumento de ciento veinte años de antigüedad y de extraordinario valor que nos la aclara de forma contundente: la Memoria publicada en Madrid, por un coetáneo suyo, el ingeniero *D. Alfonso Dory -Alphonse Dory y De Villers, nacido en el año 1860 en Moresnet (Belgica)-, en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería -,fechado el 01-01-1893 y publicado, en su primera parte, el 1 de noviembre de 1893 (número 1463) y la segunda, EL 24 de noviembre de 1893 (número 1466), con el título “Las minas antiguas de cobre y cobalto del Aramo”,
Portada Revista Minera, Metalúrgica y de Ingeniería (1893):
Asimismo, el ilustre ingeniero, dio a conocer el importante descubrimiento en otro artículo publicado en el año 1894 en la revista belga "Revue Universelle des mines, de la métallurgie, des travaux publics et des arts appliqués a l´industrie": “Les Mines préhistoriques de l´Aramo (Asturies”.
Fotografía del ingeniero D. Alejandro Van Straalen, publicada en la "Revista Industria-Minera Asturiana", en un artículo publicado el 16 de diciembre de 1920, como consecuencia de su fallecimiento en su domicilio de Ablaña (Mieres) a la edad de 85 años.
situarlo en su punto justo, contamos con un instrumento de ciento veinte años de antigüedad y de extraordinario valor que nos la aclara de forma contundente: la Memoria publicada en Madrid, por un coetáneo suyo, el ingeniero *D. Alfonso Dory -Alphonse Dory y De Villers, nacido en el año 1860 en Moresnet (Belgica)-, en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería -,fechado el 01-01-1893 y publicado, en su primera parte, el 1 de noviembre de 1893 (número 1463) y la segunda, EL 24 de noviembre de 1893 (número 1466), con el título “Las minas antiguas de cobre y cobalto del Aramo”,
Portada Revista Minera, Metalúrgica y de Ingeniería (1893):
Asimismo, el ilustre ingeniero, dio a conocer el importante descubrimiento en otro artículo publicado en el año 1894 en la revista belga "Revue Universelle des mines, de la métallurgie, des travaux publics et des arts appliqués a l´industrie": “Les Mines préhistoriques de l´Aramo (Asturies”.
Posteriormente, la propia Revista Minera,
en un artículo firmado por su director,
el profesor de Laboreo de Minas de la
Escuela de Ingenieros de Madrid, D. Román
Oriol, después de la inspección de
las minas realizada en el verano, con
fecha 24 de diciembre de 1893, en el número 1469, hace su propia valoración del
descubrimiento, calificándolo de excepcional, solamente comparable, aunque en menor escala, a los descubrimientos de
Herculano y Pompeya, pero teniendo a
su favor la circunstancia de referirse a una época más antigua en la vida de la
Humanidad. Lo mismo que ocurrió con la lava del Vesubio, en el Aramo, todo
ha contribuido a la perfecta conservación de las labores así como de
cuantos esqueletos y herramientas fueron
hallados en sus entrañas. En el Vesubio, la lava sorprendió a los habitantes de
Pompeya y Herculano, pudiendo verse aún
hoy las circunstancias de la vida cotidiana de aquellos romanos, durmiendo,
corriendo etc. La lava petrificó la ciudad tal cual estaba, igual que a los ciudadanos.
Pues bien, en el Aramo, las condiciones
propias de la caliza en que yacen los minerales, con muchas comunicaciones con el exterior, su dureza
y cohesión y las facilidades que en sus huecos encuentran las aguas y el aire
para circular de un modo continuo, han
ayudado a conservar a través de los siglos, sin variación, tanto las labores, -a pesar de no existir entibación alguna-, los esqueletos de los
mineros, las maderas, las astas y las herramientas de piedra que utilizaban
para extraer el mineral.
Por boca de su Director, los miembros de la
Revista Minera, ponen de manifiesto la emoción,
admiración y asombro que sintieron al penetrar en la casi totalidad de
la explotación descubierta por Van Straalen, al contemplar, por un lado, los
resultados obtenidos por aquellos mineros prehistóricos, con los escasos medios
de que contaban y por otro, la multitud de huellas que dejan constancia de su
paso por las minas: las herramientas de sílex que todavía permanecían junto a
la mano que las empuñaba, los esqueletos que, en diversos sitios y diferentes
actitudes, atestiguan las extremas condiciones de su trabajo.
Dory nos describe, de manera profesional,
con todo lujo de detalles, la ubicación, el entorno, las características de la
explotación, los minerales, los mineros,
las técnicas de explotación, los instrumentos de trabajo y de
transporte y otra gran multitud de detalles que nos permiten
valorar el hallazgo en su justa medida.
Por
otra parte, los trabajos
arqueológicos desarrollados en la
actualidad por el Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, D.
MIGUEL ANGEL DE BLAS CORTINA – con la
colaboración del Ingeniero de Minas D.
Manuel Suárez -, al contar con muchos más antecedentes, medios técnicos más perfeccionados y la perspectiva
del tiempo pasado, corroboran, puntualizan, amplían y mejoran las afirmaciones y conclusiones contenidas en la
Memoria del ilustre ingeniero.
PRIMERO.-
ASPECTOS
DESTACABLES DE ESTA MEMORIA
A continuación iremos desgranando
cada uno de los aspectos desarrollados por el ingeniero belga en su Memoria.
1º.-UBICACIÓN
Y CARACTERISTICAS DEL TERRENO.-
Ubica la
explotación de una manera clara dentro del conjunto de Asturias haciendo una perfecta descripción del entorno
donde se encuentra.
“La Sierra del Aramo, en cuya vertiente oriental se encuentran las
bocaminas de las explotaciones de que vamos a hablar, es una inmensa silla de
caliza carbonífera que separa la cuenca de Mieres y Riosa, a Levante, de la de
Quirós, a Poniente.”
Para mayor concreción diremos que las Minas Prehistóricas de Texeo, se
encuentra en la vertiente oriental de la Sierra del Aramo, en el extremo sur
del Concejo de Riosa, entre los 1.100 y 1200 m. de altitud.
Y sigue diciendo: “La cumbre de
esta montaña se eleva a 1680 metros sobre el nivel del mar, y se extiende
de Norte a Sur, en una longitud de 10 kilómetros.” -hoy sabemos con exactitud que la altitud de los picos más altos de la Sierra del Aramo oscila entre los 1.791 m. del Gamoniteiro, 1.775 m. del Xistras, los 1.734 m. del Barriscal y los 1.712 m. del Gamonal-
Haciendo referencia al ingeniero D. Guillermo Schulz, En su obra “Descripción geológica de Asturias”
cita los minerales, que con más o menos abundancia se encuentran en la caliza carbonífera:
“El cobre: en estado de cobre gris argentífero, acompañado de carbonatos
azules y verdes, en el Aramo”
Como
punto de partida hemos de decir que Dory considera las minas descubiertas como el
único ejemplo, quizá, de una explotación
de la Edad de Piedra, tan bien conservado; también, sitúa la explotación
dentro del conjunto industrial de la Asturias de aquella época y, por último,
hace una perfecta descripción del yacimiento de manera metódica y detallada.
2º.- EL ARAMO Y LA CALIZA CARBONIFERA.-
Nos dice Dory que, la Sierra del Aramo, en cuya vertiente oriental se
encuentran las bocaminas de las explotaciones es una inmensa silla de caliza carbonífera, que separa las cuencas de
Mieres y Riosa, al este, y Quirós, al Oeste. La mayor altura de esta Sierra, nos dice, se
eleva a 1680 m. sobre el nivel del mar y se
extiende de Norte a Sur en una longitud
de 10 Km. -hoy sabemos con exactitud que la altitud de los picos más altos de la Sierra del Aramo oscila entre los 1.785 m. del Gamoniteiro, 1.773 m. del Xistras, los 1.734 m. del Barriscal y los 1.712 m. del Gamonal-
Afirma también que el Aramo es una estribación de la Cordillera
Cantábrica sobre la cual vienen a apoyarse la mayoría de las capas de hulla que
constituyen la Cuenca de Mieres, las dobla por una sucesión de pliegues y
repliegues en una dirección casi de E. a O., cuando su primitiva dirección era
de Norte a Sur.
3º.- DESCRIPCIÓN DE LAS INSTALACIONES Y SU
ENTORNO.-
Describe
el aspecto general de las instalaciones situadas a mitad de ladera de la
Sierra, pudiendo distinguirse a no mucha distancia las bocaminas de las
galerías inclinadas, las cuales están abiertas siguiendo la pendiente de los
filones. En el momento de su descubrimiento, estas galerías se comunicaban con
el exterior por medio de pozos verticales de sección reducida. Todavía, hoy día,
existen muchos de estos pozos de esta
naturaleza; algunos se encuentran tapados de forma rudimentaria para evitar
posibles accidentes, de personas o del ganado que pasta por la ladera.
El
que se construyeran en las minas primitivas pasos tan estrechos tenía, según
Dory, una única finalidad: el evitar la fuga de los obreros, sin duda esclavos;
con un solo vigilante en la boca de las chimeneas era suficiente. La propia
Revista Minera aclara que una de estas
chimeneas fue la causa del descubrimiento de la mina por VAN STRAALEN que, a la
sazón, era ingeniero de las cercanas Minas
de mercurio de La Soterraña, pertenecientes a Fábrica de Mieres.
El
ingeniero belga sospechaba que alguna de las oquedades que existían en la caliza de esta
zona, habían sido realizadas por la mano
del hombre por lo que, con varios de sus amigos, inspeccionó la zona. Estaban a
punto de desistir en su búsqueda cuando observó que las hojas de un árbol
corpulento, lo más probable un haya, - hoy día todavía existen muchos de estos
árboles en las inmediaciones de las
explotaciones antiguas -, se movían, a pesar de la calma absoluta que reinaba.
Al acercarse, descubrió la causa, una chimenea por donde salía con fuerza una
columna de aire fresco. Reconocida esta, se encontraron las labores
antiguas.
A
pesar de los pocos años transcurridos entre la fecha del descubrimiento y la
fecha de publicación de la Memoria (cinco años) Dory, menciona que, en ese
breve espacio de tiempo, la transformación producida en la estructura de las
entradas había sido muy grande, ya que se habían abierto una serie de bocaminas
a media ladera que se comunicaban con las antiguas galerías.
Dory
hace referencia a la enorme paciencia de los mineros primitivos para labrar en
el mineral los pilares que sostienen los
hastiales en los lugares peligrosos. El
ingeniero se admira de la perfección de algunos de estos pilares y de los arcos
rebajados que en ellos se apoyan; algunos de ellos ya podían contemplarse
desde la superficie del terreno (El Socavón, El Arrebolleu). Según nos dice,
están admirablemente trazados.
Muestra
su asombro por estos mineros de la Edad de Piedra que con, tan escasos medios
–martillos y maza de piedra, astas de ciervos, huesos …-, atacaban los filones
para la extracción del mineral, “tan duro que hasta podría hacer mella al acero
más templado”.
Otro
aspecto que destaca la Memoria es la gran cantidad de herramientas, utensilios
caseros o restos de un crisol que aparecieron al ejecutar las labores de
explanación para el establecimiento del
poblado minero de Rioseco (1892).
Aunque
no tenga del todo una relación directa con el tema que nos ocupa, es interesante hacer referencia a como describe el Sr. Dory, de forma
magistral y gráfica el sistema de
pastoreo que ya, en aquella época, se desarrollaba en la Sierra del Aramo
durante la primavera y el verano y que, en la actualidad (S. XXI), se mantiene
de forma idéntica para aprovechar los
pastos de montaña, que él califica de
excelentes, como consecuencia de la manera en que se forma la capa de tierra
vegetal que cubre la ladera de la montaña por encima de la caliza.
Estas son sus
palabras: “Actualmente
la arcilla, formada por el légamo (limo, barro) que acarrean las aguas, se ha
depositado en las anfractuosidades (irregularidades
de la caliza); la tierra vegetal, de excelentes
pastos, cubre la caliza desde su base a la cúspide, los habitantes de los
valles abandonan desde el principio de primavera al fin del verano los ganados
en estas praderas, donde crece en abundancia la hierba larga, fina y olorosa de
las grandes altitudes. Al llegar los primeros fríos, los ganaderos bajan de
nuevo a los valles, la montaña se cubre con un espeso manto de nieve, que
conserva a veces hasta la primavera”. En
esta parte de la exposición le sale la vena poética cuando dice: “Al retintín de los cencerros sucede, en el
Aramo abandonado, el fragor de la tormenta; el viento del norte barre del el
océano hacia las cumbres de la montaña los negros nubarrones que en ella se
condensan, y los fulgores del rayo que raja un árbol o hiende la roca
iluminando a menudo la cresta de la sierra”.
Asimismo,
hace referencia a una de las características más significativas de la Sierra
del Aramo: la paisajística. Nos
ofrece una panorámica de todo lo que se divisa desde el alto de la Sierra,
pasando a describir los distintos valles que conforman las cuencas mineras, la
zona central de Asturias, hasta llegar a línea azul del mar. Sin embargo, Dory,
como técnico que es, lo hace desde la perspectiva de su profesión, relatando de forma detallada tanto las
explotaciones mineras como industriales de la época:
-Valle de Riosa: Minas de hulla del Estado, que alimentan la célebre Fundición Nacional de
Cañones de Trubia, fundada por el General Elorza.
-Valle de Turón: con las instalaciones de Inocencio
Fernández; la Sociedad Hulleras de Turón, montadas con los últimos adelantos y debidas
a D. Eugenio Bertrand, ingeniero de la Escuela de Lieja.
-Valle de Aller: Donde Felix Parent, ingeniero de la Escuela
Central de París, ha instalado para la
Sociedad Hullera Española: Hornos de cok, lavaderos de hulla, casas para
obreros, economatos, iglesias, hospitales y escuelas, cuyo conjunto y detalles forman un modelo de instalaciones mineras. A día de hoy, podemos reconocer en esta descripción que nos hace Dory en
1893, al pueblo minero de BUSTIELLO, construido al estilo
de las colonias textiles catalanas.
-Valle de Naredo: Donde se encuentran las minas de
hulla de D. Luis Ocharán, de Bilbao.
-Valle Mieres: Donde, al lado de las minas de D. Julio
Bertrand y Compañía, de las de Azogue del Porvenir de Asturias y de la Unión
Asturiana, se pueden contemplar las antiguas fábricas de hierro de la Sociedad
Fábrica de Mieres (familia francesa Guilhou) dirigida por Jerónimo Ibrán.
-El Valle de Muñón: Con su mina de mineral de Cinabrio
(mercurio) y fábrica de arsénico y azogue, dependiente de la Sociedad Fábrica
de Mieres y dirigida por el ingeniero Van Straalem.
- La ciudad de Oviedo: cuya notable
catedral gótica se destaca en una gran masa oscura.
- Las instalaciones de Arnao: De la Real Compañía Asturiana, para la fabricación del zinc, donde se
encuentra una mina submarina con una capa de hulla de ocho metros de espesor.
- Picos de Europa: Situados al
este y de gran altitud - sobre los tres mil metros- , muy ricos en minerales.
- El Mar: Con los puertos de Avilés y Gijón.
Dory, también hace referencia en su Memoria a otros aspectos del entorno de
las minas que dan valor al yacimiento y
que él considera interesantes, a saber:
- La existencia a no más de un kilómetro de la aldea de Llamo de una gran cantidad de escoria que
denuncia el empleo de hornos de
fundición continua, lo que considera como vestigio de la presencia de los romanos o de los moros.
- La existencia de un manantial en el flanco de la montaña, con un
salto de sesenta metros, que evalúa en un
metro cúbico por segundo, manantial que podría ser utilizado.
- La existencia también, en las cercanías de este manantial de capas de hulla susceptibles de ser
explotadas a bajo coste.
Considera que
todos estos elementos útiles que se concentran
en el entorno de las minas de Texeo, avalan para que se emprenda la extracción y el
beneficio de las menas de cobre y de cobalto existentes en las mismas.
Reconoce
que, teniendo en cuenta las nuevas entradas que se han descubierto en la
ladera, aún no reconocidas en aquel momento, junto con el afloramiento de filones y los riñones de óxido negro de cobre casi
puro (72 %), que se recogen después de las lluvias torrenciales procedentes
de los filones desconocidos en aquella fecha, hacen que las Minas del Aramo
tengan una riqueza considerable.
Nos
habla también del descubrimiento en la
meseta de la Sierra de hematites rojas y pardas con ganga de caliza que
quizá sea lo que los mineros llaman montera
de hierro, puesto que en la
profundidad los óxidos contienen nódulos
de piritas.
Finalmente,
hace referencia a la relación de algunos
de los topónimos con que se designaba a determinados puntos concretos de la
Sierra del Aramo y su entorno con la existencia
de algunas industrias que se habrían desarrollado en la zona.
En
tal sentido nos dice que el nombre de Llamo
se deriva de “llama” ya que cerca del
mismo había fundiciones romanas o árabes; que al lugar donde se hallan las
bocaminas se le denomina “La Campa de las Minas”; a otra aldea que está cercana
del lugar donde se hallan las escorias se la denomina “La Mezquita” (se refiere
a San Adriano); a una cueva natural se la conocía como “La Cueva del Moro”,
etc.
4º.-DESCUBRIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS Y PALEONTOLÓGICOS.-
Según Dory, la
época de estas explotaciones es difícil de precisar. No obstante, el
descubrimiento de herramientas entre las rocas angulosas y bajo la capa de
arcilla que se opone a las filtraciones superiores, es suficiente para
establecer una época anterior al diluvium; por otra parte, afirma que
los numerosos instrumentos de caliza y arenisca nos indican la edad de la piedra pulimentada. No obstante señala, que al no haberse encontrado herramienta alguna
de bronce o de cobre, casi puede
asegurarse, que esta comarca se hallaba
en una época intermedia entre la edad de piedra y la del bronce, que sería la
edad del cobre.
5º.- HALLAZGOS EN EL INTERIOR DE LAS
MINAS.
Respecto
a este punto, Dory, en principio, describe de forma general los restos humanos
así como los objetos y útiles de trabajo hallados en el interior de las minas
para después detallarlos de forma
minuciosa.
a)
ESQUELETOS HUMANOS.-
Nos dice que fueron descubiertos dieciséis esqueletos humanos, dos de ellos completos. A
continuación analiza algunos de los huesos hallados para concluir que la talla y la fuerza muscular de estos
individuos eran considerables, teniendo en cuenta los siguientes datos:
- Un fémur era de 0,52 m. de longitud y la tibia
correspondiente de 0,39 m.
- El desmedido
desarrollo de una falange mediana de una mano.
- Y el gran
peso de algunos de los martillos (9,50 kg.)
Lámina 6. Revista
Minera.
Las
figuras 1,2 y 3 de esta lámina son de un mismo cráneo hallado en la
galería San Alejandro; la figura nº 4 corresponde a otro cráneo encontrado en
la galería San Vicente.
Referencia los cráneos de las Minas de Texeo (Riosa) en un artículo publicado en el año 1894 por D. Alfonso Dory, en la revista belga Revue Universelle des Mines, de la Métallurgie, des travaux publics et des arts appliques a l´industrie: “Les Mines préhistoriques de l´Aramo (Asturies)”.
Referencia a las herramientas utilizadas por los mineros prehistóricos en las Minas de Texeo (Riosa) en un artículo publicado en el año 1894 por D. Alfonso Dory, en la revista belga Revue Universelle des Mines, de la Métallurgie, des travaux publics et des arts appliques a l´industrie: “Les Mines préhistoriques de l´Aramo (Asturies)”.
Referencia a las teas para la iluminación y bateas para el transporte del mineral utilizadas por los mineros prehistóricos en las Minas de Texeo (Riosa) en un artículo publicado en el año 1894 por D. Alfonso Dory, en la revista belga Revue Universelle des Mines, de la Métallurgie, des travaux publics et des arts appliques a l´industrie: “Les Mines préhistoriques de l´Aramo (Asturies)”.
Del análisis de los huesos hallados y de los sistemas de arranque del mineral, Dory deduce que en la extracción del mineral han intervenido razas muy diferentes. Fundamentalmente se basa en el estudio de los cráneos: unos, tienen la frente muy deprimida, los arcos superciliares abultados y salientes, el maxilar superior proyectado hacia adelante y los huesos occipitales muy deprimidos (lamina 6, figuras 1,2 y 3, cráneos hallados en la galería de San Alejandro); los otros, por el contrario, por la elevación de los huesos frontales parecen haber pertenecido a una raza completamente diferente (lámina 6, figura 4, cráneo hallado en la galería de San Vicente).
El
Grupo Coleccionista Minero (GRUCOMI), en su trabajo denominado “Valle de Riosa,
minero desde la Prehistoria” incluso va más allá en su análisis de los
diferentes cráneos hallados en las Minas de Rioseco. Según ellos, uno de los
cráneos no pertenece a un “homo sapiens” por lo que plantean la pregunta ¿Es posible que en las Minas del
Aramo existieran “hominidus
neardentales” que se supone extinguidos
hace más de 30.000 años antes? Y concluyen, de ser así, estamos ante un
yacimiento con un potencial de categoría mundial.
Otra
de las deducciones a la que llega Dory, una vez analizados los cráneos, es que corresponden a personas jóvenes ya que
conservaban todos los dientes incrustados en la mandíbula, incluso, en algunos,
se observa que los molares extremos, llamados muelas del juicio, no habían
alcanzado aún su desarrollo completo.
Los
obreros que realizaban la labor de escogido
del mineral en las cintas, en los
últimos años de actividad de la empresa, – principalmente mujeres –, tal como
aparece recogido en el trabajo de
GRUCOMI, antes referido, así como en Arqueología y Patrimonio
Industrial-Monsacro.net: Minas Prehistóricas de Rioseco-Riosa, en su
publicación de 8 de enero de 2006 (Honorino Ruiz), recogían gran cantidad
de huesos largos, mandíbulas verdosas
con dientes muy blancos, la parte superior de algunos cráneos etc.. Afirmaban
que podían llenarse hasta cestos con los huesos que iban saliendo en las cintas
del escogido.
Foto cedida por Amada Fdez. Hevia.
En esta foto podemos ver alguna de las
mujeres que trabajaban en las labores de escogido del mineral que iba llegando
a través de la cinta y que vivían en los
pueblos cercanos –Llamo, Les Texeres, Rozacaxil, La Fabariega (Mieres)…- (de izquierda a derecha Amada (Llamo), Amadita y Sabel (Rozacaxil), Consuelo (Les Texeres), Adela (La Fabariega-Mieres) y Lumina(Llamo)
Estos
mineros debían ser delgados respecto a su estatura ya que algunas de las
galerías abiertas en calizas compactas, debido a su angostura estaban
pulimentadas por el rozamiento de los cuerpos, así que un hombre de mediana
talla difícilmente podría arrastrase.
Siguiendo
la exposición de Dory, nos dice que los cuatro primeros esqueletos fueron
hallados en una galería que por tal motivo fue denominada “Galería de los esqueletos”, dos de ellos fueron atrapados por un
hundimiento que les produjo la muerte, con el martillo junto a su mano; los
otros dos estaban sentados con las piernas juntas y las rodillas a la altura de
la barbilla, teniendo, uno, también el martillo cerca de su mano. Y dice, Dory:
“En
esta postura solían enterrar los hombres primitivos a sus muertos”. En esta apreciación se basa el catedrático de
Prehistoria de la Universidad de Oviedo, para afirmar que no se trataba de un accidente laboral,
sino más bien de enterramientos rituales
en las galerías que ya habían sido explotadas. (Así
lo afirma en su trabajo “La Mina como ámbito infraterreno y el cadáver como
ofrenda ritual. A propósito de los esqueletos humanos hallados en las
explotaciones cupríferas del Aramo”. 2003).
En
1893, Dory dejó escrito que 251 osamentas de las encontradas en las Minas de
Texeo, en el Aramo (191 humanas y 60 pertenecientes a un cuadrúpedo extinto de
gran tamaño, se encontraban en el Museo de Anatomía Antropológica de la
Facultad de Medicina de Madrid, al cual habían sido cedidas por los
Ingenieros Jerónimo Ibrán y Alejandro Van Straalen. A petición del
propio Dory, el antropólogo de dicha Facultad, D. Federico Oloriz, examinó los
referidos huesos, extrayendo importantes conclusiones:
“Hay 191 piezas esqueléticas y unas 60
pertenecientes a un cuadrúpedo de gran
tamaño. Muchas de las piezas están bastante deterioradas, pero en general,
conservan la integridad y consistencia necesaria para poderlas manejar
fácilmente, estudiar las formas y hasta medir las principales dimensiones. El
color de los huesos varía entre el gris terroso y el negruzco brillante como
bronceado, y en muchos puntos existe una delgada cascarilla debida, al
parecer,, a incrustaciones minerales que, al desprenderse, dejan ver el color
casi normal del hueso seco (…) Las piezas esqueléticas humanas corresponden la
mayoría a dos sujetos, y las demás a otros cuatro distintos por lo menos. El
examen de los cuatro cráneos que se
conservan y el de todos los huesos, que posee diferencia sexuales apreciables,
permite afirmar que los seis individuos del Aramo fueron del sexo masculino y
alcanzaron la edad adulta o se aproximan a ella (…)El más joven de todos debió
morir después de los veinte años y los otros tres no pasaron de los cuarenta ni
aún llegaron a los treinta y cinco pues presentan sin soldar todas las suturas,
tiene abiertos todos los alveolos y ocupados aún muchos de ellos y no ofrecen
más desgatado el esmalte de los dientes que el joven de años referido(…)La
talla de los mineros del Aramo debió variar entre 1,61 metros para el más bajo
y 1,76 para el más alto (aunque) presentan proporciones entre los miembros y la
talla diferentes de los observados en los franceses contemporáneos que
sirvieron para la confección de las tablas de Manouvries(…)Fueron más esbeltos
y relativamente altos más bien que anchos de tronco y miembros inferiores
cortos (…)Las inserciones óseas indican más vigor muscular que el
ordinario(…)Las cuatro calaveras del Aramo son notables por el volumen, la regularidad
de las formas y la falta de rasgos que denuncien inferioridad con relación a
los cráneos de nuestro país y de nuestro tiempo.
En todas son complicadas las suturas (…)no
hay prognatismo, el índice nasal es muy poco mayor que los asturianos actuales y
las únicas mandíbulas que existen, no ofrecen ningún rasgo extraordinario.
Aunque se notan diferencias en la
conformación de la frente, que abombada en dos cabezas del Aramo, mediana en
otra y algo oblicua en la última (la
cual tiene además rebajada la bóveda y
prominentes los arcos supraciliares). Se descubre enseguida el parentesco
étnico de las cuatro calaveras pues a pesar de sus ligeras variantes parecen
corresponder todas a un solo de los dos tipos cranialógicos actuales que según
mis estudios, muy deficientes todavía, dominan en Asturias (..) De estos dos
tipos, el céltico, difiere esencialmente de las calaveras del Aramo, puesto que
esta son subdolicocéfalas, su frente es abombada más bien que ancha y
aplastada, falta el aplanamiento occipital característico del cráneo celta, y
la forma general o del conjunto es más elipsoidea que globulosa. Por otra
parte, aunque la forma de la frente, la elevación media de la bóveda y la
prolongación rectangular de las órbitas aproximan los cráneos del Aramo al tipo
Cromagnon, son tales las diferencias, sobre todo en la conformación de la cara
y del occipucio, que no pueden aquellos clasificarse resueltamente en el tipo prehistórico citado
y hay que limitarse por ahora a señalar sus semejanzas con el tipo actual
subdolicocéfalo de Asturias, muy extendido también por otras regiones de la
Península” (Asturias)
b) MARTILLOS Y MAZAS.-
Nos
explica Dory en su exposición como eran los martillos que utilizaban los mineros
prehistóricos de las Minas de Rioseco. Según él nos refiere, se trata de una
piedra, más o menos voluminosa, más o menos pulimentada, que se adaptaba
directamente al hueco de la mano; los bordes de esta masa elíptica o redonda,
están gastadas por el continuo rozamiento
del dedo y una de las caras resulta aplastada y mellada por los choques
repetitivos contra las rocas y las herramientas. (lámina 6, figura 7).
También
nos habla de la existencia de martillos más perfeccionados: la piedra presenta
un rebaje circular poco profundo en el cual se encajaba una pequeña correa de
cuero destinada a conservar el martillo adherido a la mano o quizás
también, para colocar un mango. Dory es meticuloso y nos describe como
podría ir encajado el mango de madera. (lámina
6, figura 6).
Lámina
6. Revista Minera.
Nos habla también de otro tipo de martillos mayores
que servían para romper los trozos muy
voluminosos y que se corresponden a las mazas que actualmente conocemos.
c) PICOS Y CINCELES DE ASTA.-
Según Dory, eran las herramientas que utilizaban los mineros para picar las rocas blandas. Sabían dar a
las partes leñosas de los animales un
temple especial para adaptarlas a los usos
a los que las destinaban. Los había de distintos tamaños, algunos pertenecientes
a animales de poca alzada y otros pertenecientes a rumiantes de mucho mayor
alzada, ya desaparecidos de la zona (lámina
6, figura 5). También se han encontrado cinceles de asta (lámina 6, figura 6).
d) AGUJAS PARA EL ARRANQUE.-
Son
también de piedra, bien de arenisca o caliza, de 10 a 15 centímetros de longitud,
cuyas marcas se distinguen claramente en las paredes de las excavaciones
subterráneas. Las huellas dejadas son diferentes según la forma de la aguja:
rectangular, cuadrada, triangular, redonda, oval y en media caña.
e) CUÑAS.-
Otro
de los instrumentos utilizado por los mineros prehistóricos fueron las cuñas,
también de piedra, bien de arenisca o caliza, punzante en uno de sus extremos y
de sección creciente hasta su parte más ancha, donde recibía el golpe reiterado
del martillo (lámina 5, figura 8).
f) TEAS PARA LA ILUMINACIÓN DE LA ZONA DE EXPLOTACIÓN.-
Para
iluminar la zona de laboreo, se valían de teas: pequeños palos de 10 a 12
centímetros de largo, sección cuadrada de 5 ó 6 milímetros. Se fijaban en
pelotas de arcilla adheridas a las paredes de las galerías, habiendo aparecido
gran número de estos palos quemados por uno de sus extremos aún sujetos a las
paredes (lámina 5, figuras 2 y 3).
En otras partes de la explotación se han encontrado ramas resinosas rodeadas de
piel untadas con grasa o resina que, al inflamarse
debían producir un mejor alumbrado.
g) BATEAS.-
Se utilizaban como medio de transporte del mineral (lámina 5, figura 6). Las había de dos
clases: una vaciando un tronco de madera;
otra, compuesta de dos piezas, el fondo
formado de una tabla cortada circularmente, sobre la que se ajustaba, por medio
de cuñas de madera una banda estrecha, que constituía los bordes del
recipiente. Según Dory, las bateas debían tener mucho valor para
sus dueños, ya que se encontró una, la cual se había roto y había sido reparada
con una pieza cosida con cuerda de
tripa. Una de las halladas conservaba un trozo de cuero sujeto a un
extremo en forma de asa con el fin de poder arrastrarla mejor en los coladeros
más estrechos para poder llevarlas a hombros.
Lámina 5. Revista Minera.
h) OTROS OBJETOS HALLADOS EN EL INTERIOR.-
Dory
cita, asimismo, otra serie de objetos encontrados en las zonas de laboreo:
- Una avellana tallada con mucho esmero y que debió utilizarse como adorno.
- Un cuchillo de hueso de 16 centímetros de longitud y 3 de ancho (parece
hecho de hueso humano), muy cortante por uno de sus lados y puntiagudo por
ambos extremos.
- En la galería San Vicente había una fuente cuyo pilón estaba
formado por un cráneo humano, en el que caía el agua.
- Un esqueleto de oso bastante grande, sin cabeza, hallado en una de las
galerías después denominada “Galería del
oso” (una de sus costillas mide 585 milímetros). Este hallazgo quizá sea
posterior a la época de la explotación.
- Un mango de madera que quizá formara
parte de una aguja.
- En la arcilla que llena un hueco de la pared, cerca de
Santa Engracia, en un cruce de galerías, se
ha encontrada trazada una cruz romana acompañada de rayas paralelas horizontales. Seguramente fue realizada por
los segundos explotadores de las minas como punto de referencia cuando
reconocieron las labores ejecutadas por sus predecesores.
- En San Vicente fueron encontradas tres piedras superpuestas sobre una roca que ocupaba el centro de
una excavación grande; la de encima era
de aspecto calizo muy blanco, visible desde la lejanía, por lo que se cree que servía de guía.
6º.-DESCUBRIMIENTOS EN
EL EXTERIOR.-
En este apartado de su Memoria, el Sr.
Dory relaciona una serie de instrumentos
y útiles de trabajo, algunos de los cuales no se sabe muy bien a que se
destinaban. Así nos habla de afiladores,
espátulas (lamina 5, figura 5), pilones, barrenas, crisoles, etc. No obstante,
estudiándolas con detenimiento, se ha podido comprender que algunas servían
para triturar el mineral, otras para aplastarlo, existiendo piedras para
perforar la madera y también para hacer muescas en ella.
Los crisoles son de arcilla refractaria con
granos de cuarzo blanco, los bordes superiores eran redondeados; su espesor
era de cuatro centímetros y su diámetro no pasaba de 20 centímetros.
También se han encontrado dos puños: uno de talco, que debió ser
utilizado como objeto de adorno, acaso para un bastón, es amarillento con vetas
negras y está agujereado en el centro, teniendo 28 milímetros de altura por 30 de diámetro;
el otro es de arenisca, esta incompletamente perforado y tiene 12 y 30
milímetros respectivamente de altura y diámetro.
7º.-MÉTODOS DE EXTRACCIÓN DEL MINERAL.-
Dory
califica esta actividad como ARRANQUE y nos dice que, teniendo en
cuenta las numerosas entalladuras que se encuentran a cada paso en las paredes
de las excavaciones, la extracción del mineral era extraordinariamente difícil.
Señala
los siguientes métodos de extracción:
a) Para extraer pequeñas
cantidades:
Mediante entalladuras, las cuales servían para separar la roca cuando se quería arrancar pequeñas cantidades de
mineral. En otros casos se practicaban dos agujeros bastante cercanos entre si
en la masa del mineral y se arrancaba a
golpes el trozo de mineral existente entre ambos.
b) Para grandes cantidades:
En otros casos
se atacaba en grande el mineral. Se hacía
una muesca circular, socavando hasta que caía la masa del mineral.
Esta maniobra se hacía lo más probable con palancas de madera, luego se
utilizarían grandes martillos o mazas para romper el mineral y así facilitar el
transporte.
La perforación se llevaba a cabo mediante astas o de
piedras más o menos cilíndricas y cortantes en su extremidad. Las muescas que
se aprecian en el fondo y en las paredes de excavaciones estrechas y largas, en
las que apenas podría penetrar un muchacho, permite suponer que en las minas
trabajaban obreros de todas las edades.
c) Torrefacción:
También se
empleaba el fuego para hacer saltar la roca y convertirla en quebradiza.
Los trozos de madera no carbonizados en su totalidad, las grandes cantidades de
carbón vegetal que se encuentran con frecuencia, las paredes de hollín, el
aspecto del mineral y de la roca, son detalles que nos indican que utilizaban
la torrefacción a gran escala.
d) Con las manos:
La arcilla que rellenaba
los huecos de la roca se arrancaba con las manos, no se utilizaban instrumentos de
asta o de piedra, como lo evidencia las impresiones de millares de
dedos de todas las dimensiones, desde los más pequeños hasta el pulgar de
magnitud doble que la que tenía un
obrero en el momento del descubrimiento de las minas.
8º.-FORTIFICACIÓN.-
Dory utiliza esta palabra para referirse a las labores de ENTIBACIÓN. De su descripción se
deducen dos tipos de fortificación:
a) Arcos rebajados apoyados en pilares y
entrelazados entre sí.
Según él, en ningún lugar de las minas se
han descubierto apeas que hayan podido ser utilizadas para la entibación y
aseguramiento de las labores, no
obstante, en las entradas y al principio de las explotaciones se encuentran llaves que, a medida que
se avanza hacia el interior van disminuyendo; son pilares de pequeña base que se ensanchan por arriba hasta
constituir arcos rebajados enlazados entre sí, lo que nos da un aspecto muy
agradable, sobre todo en los puntos de partida.
b) Amontonamiento de
bloques de roca estéril entre los hastiales del criadero.
Cuando
la inclinación se separaba más de la vertical, los trabajadores eran más
atrevidos y dejaban subsistir los huecos, a veces de grandes dimensiones, quedando
así las excavaciones rellenadas de forma incompleta, sin
emplear medio alguno de fortificación.
Dory considera, por un lado, que los huecos practicados en el filón son anteriores a los romanos, precisamente porque carecen de entibación y, sin embargo, en las antiguas explotaciones
romanas, bastante frecuentes en España, existe una gran cantidad de
entibaciones y pedrizas y, por otro, que la segunda explotación fue realizada
por ellos, dejando subsistir esas grandes oquedades porque ofrecían una
garantía suficiente contra los hundimientos por la consistencia de las rocas.
9º.-CIRCULACIÓN DE LOS OBREROS Y TRANSPORTE DEL MINERAL.-
a) Circulación de los obreros:
Por
una parte, Dory nos dice que, en algunos
puntos de la explotación, los mineros dieron suficiente amplitud a las galerías,
lo que les permitía una mejor accesibilidad y
así disminuir sus fatigas. Sin embargo, en otros puntos, la estrechez de las galerías queda patente en las
paredes, que aparecen literalmente pulimentadas por el roce de los trabajadores
al pasar. Un ejemplo lo tenemos en las labores que la galería de Santa
Engracia con la de San Vicente, donde solamente se puede entrar arrastrándose y
con mucha dificultad.
Asimismo,
en los conductos inclinados de bastante
longitud – como el que existe encima de San Vicente – no hay vestigio alguno de medios
de comunicación entre sus dos extremos; el hastial inferior se ve libre,
húmedo y resbaladizo y con las partes pulimentadas por el rozamiento de los
cuerpos, sin encontrar más que el saliente de una roca que muy bien pudiera haber servido como punto de
apoyo.
Apunta
Dory, que la comunicación entre ambos
extremos, bien podría realizarse mediante tiras de cuero o cuerdas de tripa,
pues se observa con frecuencia en la cabecera de estas chimeneas,
intransitables sin escalas de mano, un
saliente de la roca del pendiente o del yacente perforado en forma de anilla que ha debido servir para sujetar las
primitivas escaleras. En alguna de estas anillas se puede apreciar la
huella en forma de media caña que ha dejado la soga.
b) Medios de transporte del mineral:
Entre
los restos hallados en el interior de las minas se encuentran las bateas, (lámina 5, figura 6) - a las que ya hemos hecho referencia en el apartado 5º.-
HALLAZGOS EN EL INTERIOR DE LAS MINAS. g) Bateas –
Las
bateas se utilizaron para el transporte del mineral, las había de dos clases,
tal como se ha descrito en el apartado a que se ha hecho mención. Una de estas
bateas conservaba un trozo de cuero fijado a un extremo a modo de asa, sin duda
para poderla arrastrar en los coladeros exageradamente estrechos para permitir
llevarlos a hombros.
10º.- BENEFICIO DE LAS MENAS.-
Para
la separación de las menas de la ganga los antiguos explotadores utilizaron
varios sistemas:
a) A través de crisoles, a los que se ha hecho referencia en el apartado,
6º.- DESCUBRIMIENTOS EN EL EXTERIOR.-
b) Mediante ollas o
coberteras, que estaban fabricadas con una arcilla
mal cocida y alguna de las cuales tiene trabajos rudimentarios de tornos.
c) Mediante aparatos de
fusión continua, método más perfeccionado que Dory, estimo
que también, utilizaron al haberse encontrado
escorias perfectamente homogéneas.
d) En la época moderna de la explotación, con la empresa asturiana METASTUR (Minero Metalúrgica Asturiana S.L.) y en el año 1954, se estableció un sistema para el aprovechamiento máximo de las menas del mineral de cobre, nos referimos a la planta de lixiviación por vía húmeda amoniacal. Inicialmente, en las instalaciones de Rioseco se disponía de una planta de concentración por mesas de gravimetría o isodromía. Una vez molido el mineral, se separaban las partes más pesadas en mesas de gravedad. Estas partes más pesadas estaban compuestas, fundamentalmente, de sulfuros (calcopirita) y óxidos (óxidos negros de cobre),cobre, cuprita, cobre nativo, y carbonatos (malaquita y azurita).
La misión de las mujeres que trabajaban en los lavaderos era la de recuperar los minerales más ricos en cobre. Sin embargo, en los estériles de lavadero aún quedaban restos de cobre, alrededor de un uno por ciento de contenido medio.
A fin de recuperar el cobre contenido en los minerales de baja ley y los estériles que quedaban después de las labores de lavado, se pasaban a través de una planta de tratamiento por gravitación o isodromía. Asimismo, como os decíamos, en el año 1954, se construyó una planta para el tratamiento del mineral vía húmeda amoniacal, o lixiviación amoniacal. Esta planta de lixiviación amoniacal fue la 1ª de esta tecnología implantada en Europa. El 4 de agosto de 1954, se consiguió la primera separación completa.
De hecho, en la zona conocida por los trabajadores como "la húmeda", en las inmediaciones de la chimenea, -término quizá relacionado con la actividad de lixiviación por vía húmeda amoniacal-, la empresa disponía de un completo laboratorio al frente del cual estaban los químicos D. José Rodríguez y D. Joaquín Marroquino.
Las plantas de tratamiento por lixiviación y la de isodromía, estaban adosadas y recibían el mineral a través de una tolva común a donde llegaba transportado mediante cable aéreo. A pesar de que las instalaciones han sufrido un fuerte deterioro, aún hoy, después de las últimas labores de recuperación llevadas a cabo en el año 2011, se puede comprobar cómo era la distribución de las distintas partes de que constaba la planta, lavaderos, plantas de lixiviación e isodromía, talleres ... que, además, podéis comprobar en el reportaje fotográfico.
Con el procedimiento de lixiviación amoniacal, el mineral, una vez molido pasaba a la tolva reguladora para, a continuación, ser transportado mediante una cinta transportadora a los depósitos de tratamiento, añadiendo agua y amoniaco como solución de lixiviación. Estas soluciones amoniacales se concentraban en sales de cobre que eran conducidas a un depósito evaporador de dos cuerpos.
En un principio, el mineral era lavado al pie de las bocaminas en el piso 2º, con agua procedente de la "Fuente Sayan", que había sido captada a este fin y que mediante tubería de gres de unos 6 ctms. era trasladado a un depósito - que aún existe- para después ser conducido hasta las balsas donde se lavaba el mineral.
F Fuente Sayán
Conducción de agua con tubería de gres desde la Fuente Sayán hasta el depósito sito en el piso 2º de las minas de Texeo, donde se lavaba el mineral de cobre inicialmente.
Depósito de agua procedente de la Fuente Sayán en el piso 2º de Las Minas de Texeo . El agua era utilizada para lavar el mineral de cobre.
También aquí eran las mujeres las encargadas de realizar esta labor; para ello utilizaban una criba a la que las mujeres denominaban "palanquín". Estaba colocada en posición inclinada, y disponía de un brazo -"palanquín" - que, accionado, permitía mover la criba, mientras que otra mujer se encargaba de remover el mineral.
El mineral era transportado, en un principios entre los pisos mediante planos inclinados y, después, mediante cable aéreo hasta las instalaciones de Rioseco para su selección y tratamiento.
Depósito de agua procedente de la Fuente Sayán en el piso 2º de Las Minas de Texeo . El agua era utilizada para lavar el mineral de cobre.
También aquí eran las mujeres las encargadas de realizar esta labor; para ello utilizaban una criba a la que las mujeres denominaban "palanquín". Estaba colocada en posición inclinada, y disponía de un brazo -"palanquín" - que, accionado, permitía mover la criba, mientras que otra mujer se encargaba de remover el mineral.
El mineral era transportado, en un principios entre los pisos mediante planos inclinados y, después, mediante cable aéreo hasta las instalaciones de Rioseco para su selección y tratamiento.
El sistema de transporte inicialmente, mediante planos inclinados y después a través del cable aéreo, resultaba costoso y de difícil mantenimiento. Esta fue la razón por la que METASTUR, inició la construcción de un transversal a nivel de la cota de 715 m. -dirección este/oeste -, por encima y en las inmediaciones de los lavadero y plantas de tratamiento del mineral, en la zona conocida por los trabajadores como "Casa Candanal", sin embargo, algunos autores la denominan "El Socavón de Rioseco", quizá relacionándolo con "El Socavón" de La Campa Les Mines, en Texeo. Este transversal que tiene 900 m., pretendía llegar a la vertical de las labores mineras. De esta forma, mediante pozos verticales podrían bajar el mineral, por el principio de gravedad, hasta la cota 715 m, donde estaban las instalaciones de tratamiento del mineral.
Sin embargo, esta instalación nunca llegó a conectar con las plantas superiores ya que ,cuando estaba prácticamente terminado, se produjo el cierre de la empresa en el año 1960, como consecuencia de los bajos precios del cobre.
11º.- NOCIONES GEOLÓGICAS Y MINEROLÓGICAS.-
Siguiendo el hilo de la exposición de
Dory, éste pone de manifiesto la
dificultad que ha tenido para plasmar en los planos la dirección de los
múltiples filones que se encuentran en el interior de las minas para obtener
una reproducción exacta de las labores antiguas. Para no inducir a
confusión, solamente estudia dos de
dichos filones. Según él, la regularidad de la marcha, según la dirección,
es igual a la uniformidad de la pendiente de los criaderos. Define la potencia de los filones, que varía entre 30 centímetros y los 2 metros;
los hastiales estaban formados de dolomía rosada encajada en la caliza
carbonífera. La dolomía rosa si, en general es dura, en los soplaos se
transforma en deleznable. Por último, concreta
que la masa de estos filones está constituida por dos minerales
metalíferos: EL COBRE Y EL
COBALTO. El cobre formado por el óxido negro, con una ley entre el 15 y el 25 %. Esta mena está cubierta por una capa
azul o verde que procede de la transformación del óxido en carbonato (azurita y malaquita); el cobalto está
también en forma de óxido, es negro y duro, compacto, pudiendo confundirse, a
primera vista, con la mena del cobre (azurita). Se encuentra diseminado en la
masa dolomítica que forma los hastiales y sobre todo en la proximidad de los
soplaos o geódas: la ley puede alcanzar
hasta el 33% de cobalto metálico.
Lámina 7. Revista Minera.
Concluye
con una explicación sobre el carácter
sedimentario de los filones,
teniendo en cuenta la gran regularidad de los criaderos, tanto en su inclinación
como en su dirección, y nos dice que, la transformación de la caliza en
dolomía se debe a las aguas magnesianas
que habría sido seguida de líquidos, que
contenían los metales de cobre y de cobalto
en suspensión, y estos se habrían precipitado sobre un fondo desigual y en las
grietas, dando lugar a esta serie de filones actuales.
En
la última parte de su Memoria, Alfonso Dory nos ofrece un amplio estudio sobre EL COBALTO, el otro mineral que, junto
al COBRE, está presente en los filones de las Minas de Texeo.
Comienza
por referirse a su historia y a su presencia en la época de los egipcios
(piedras azules artificiales), en vasos griegos y romanos; la palabra cobalto
ya aparecía en los escritos de Paracelso. Se empleaba para referirse a un genio maléfico de las minas que las
hacía improductivas o para referirse a ciertos minerales cuya descripción no
era bastante precisa para poder reconocerlos en el tiempo en que redactó su
Memoria.
Nos
dice que, desde el siglo XVI, se usaba
para el esmalte destinado a dar color azul al vidrio. Fue aislado por Brand
en 1738, sin poder obtenerlo en estado puro. Nos relaciona los principales
minerales que contiene el cobalto en su estado natural (óxidos, seleniuros,
sulfoarséniuros, arseniatos, sulfuros, arséniuros, sulfatos y carbonatos) y nos
dice que se encuentra en estado metálico aleado con el hierro y el níquel en los meteoritos.
Las menas del cobalto son la absolita, la esmaltina y
el cobalto gris.
En cuanto a sus propiedades: es de color
gris claro con un tinte rojizo, pulimentado tiene el color de la plata, es duro
y exige para fundirse la misma alta temperatura que el hierro, no es volátil y
su densidad es de 8,5 a 8,7 y es magnético. No le ataca ni el aire ni el agua a
temperatura normal, al calor se oxida, lentamente y a temperatura elevada arde con llama roja.
La absolita (óxido natural) es un mineral
de manganeso que contiene más o menos cobalto y que se puede cortar con un
cuchillo.
Según Dory, el mineral de cobalto del Aramo es muy diferente a pesar de ser un
óxido, no contiene más que indicios de manganeso, níquel y hierro, es compacto, duro y no se deja cortar
fácilmente con el cuchillo, su ley puede alcanzar hasta un 86 % de cobalto
metálico, reducido a polvo su color es negro con un tinte azulado.
También nos describe sus usos: El óxido de
cobalto se usa para la decoración de
porcelanas, para producir azules muy hermosos que resisten altas
temperaturas; sirve también para preparar el verde Rinmann, que es óxido de
zinc coloreado por una pequeña cantidad de óxido de cobalto.
Los
minerales mixtos de níquel y cobalto sirven para preparar un vidrio
llamado esmalte. El cobalto se emplea, también, para cubrir otros metales y remplazar al niquelado.
Por último, se refiere al procedimiento de fabricación del cobalto. Nos dice
que, debido a la dificultad que existe para la obtención de la mena del
cobalto, se han utilizado gran número de procedimientos que las empresas
fabricantes guardan con mucho celo.
Detalla los siguientes:
-Procedimiento Herrenschmidt (lo describe
exhaustivamente).
-Procedimiento G. Schoeneis (lo describe).
-Procedimiento David Levat (lo describe).
12º.-
VALOR INDUSTRIAL DE LA EMPRESA.-
Dory está seguro de la gran riqueza de las
Minas de Texeo recién descubiertas por VAN STRAALEN y para demostrar la rentabilidad de la explotación en aquel
momento, hace una valoración de la empresa. Para ello
va desgranando todos los elementos
positivos que concurren y que avalan su explotación:
·
La gran regularidad de los filones.
·
Su riqueza en cobre y cobalto.
·
La gran cantidad de escombros que rellenan las labores
y contienen mineral.
·
La gran calidad de la mena de cobalto que, además
posee una dureza notable que evita perdídas en el arranque y es muy pura, con
una ley extremadamente elevada (32% de cobalto metálico).
·
Facilidad de contar con fuerza motriz natural.
·
Proximidad y coste económico del combustible, de buena
calidad, para la obtención de las menas.
·
Mano de obra muy barata.
Todos estos elementos conforman un
conjunto de circunstancias favorables
que dan a esta empresa un gran valor industrial.
Aparte de los elementos positivos
relatados que ya, de por sí, son suficientes
para avalar la explotación de las minas, añade otros factores que aumentarían, aún más, la rentabilidad de la
explotación:
·
Los rellenos de las minas: que ocupan 12.000
metros cuadrados hasta la profundidad de 150 m. en la parte reconocida y que contienen aún de un 12 a un 14 % de
cobalto, según los concienzudos análisis realizados tanto en Francia como
en España.
·
La riqueza de los filones: De las distintas inspecciones llevadas a cabo en aquel momento, llegaron a constatar que las
Minas de Texeo encerraban, todavía, una considerable riqueza por explotar, sin
tener en cuenta el mineral que, indudablemente, existe en profundidad por
debajo del nivel donde se detuvieron los mineros primitivos.
·
Que los primitivos mineros desechaban el cobalto:
Teniendo
en cuenta que el cobalto unido al cobre da a este último cualidades perniciosas
y que el nombre antiguo de Kubalt, significa maleficio y así fue reconocido
desde la antigüedad más remota, los
primeros explotadores de este yacimiento se dedicaron a apartar cuidadosamente
las partes con cobalto de los filones dejándolas, o bien sin arrancar o
bien arrojadas a los rellenos.
13º.-
CONCLUSIONES.-
Dory
explica en su Memoria que, hasta aquel momento (1993), tan sólo se habían llevado a
cabo las instalaciones necesarias para
la preparación y el transporte,
dividiéndolas en dos apartados:
- Preparación:
a) En el exterior:
Un camino de 6 Km., serpenteante, con 52
revueltas en la ladera Oriental del Aramo, que enlaza las instalaciones con el
camino vecinal de Riosa a Lena.
·
Una vía férrea que comunicaba las
bocaminas con la zona de almacenamiento, donde apartaban, lavaban y se
guardaban los minerales.
·
Casas para los obreros, fraguas, oficinas
y laboratorios.
Todo ello forma un conjunto de
instalaciones suficientes para iniciar los trabajos de explotación.
b) En el interior de las
Minas:
Se
ha facilitado el acceso a las antiguas labores con instalación de escaleras y
franqueado las excavaciones, lo que ha permitido formarse una idea de la
extensión de los trabajos y de la magnitud de la riqueza de los filones. Se ha
ensanchado la galería San Vicente a la espera de que un transversal llegue a
cortar las explotaciones del nivel inferior.
-Transporte:
La
distancia entre las bocaminas y la
estación del ferrocarril del Norte, en Pola de Lena, es de 12 km. y el
transporte solamente podía hacerse a lomos de caballerías, lo que recargaría el
precio de la tonelada en 20 pts.
Tomando como referencia a París, Londres
o Hamburgo como puntos de consumo, el precio de los transportes sería de 40
francos.
Para
disminuir este coste, considera Dory como factor importante la construcción de lavaderos para los
escombros en las bocaminas y aparatos
para reducir en la proporción
10:1 la proporción de gangas y obtener matas cobrizas con un 50% de cobre y
matas cobrizas-cobaltíferas con un 25 ó 30 % de cobalto.
De esta forma se obtendría un producto con una ley
uniforme muy homogéneo, que facilitaría la determinación del valor exacto,
cuestión importantísima, según él, en el cobalto, tan raro y, por lo mismo, tan
precioso.
Otra ventaja que supondría la instalación
de los lavaderos sería la posibilidad de una explotación a mayor escala, ya que
el transporte, como estaba organizado, lo limitaba.
La perforación de
transversales simultáneamente con las instalaciones
para el beneficio local de las menas, dará un nuevo vuelo a estos trabajos
Su última conclusión es una auténtica
premonición cuando dice: “La visita de
estas minas ofrecerá a los aficionados a la Paleontología y Arqueología y a los
ingenieros, un vasto campo fértil desde el punto de vista de sus estudios.”
Por nuestra parte, solamente nos cabe
decir que la Memoria de Alfonso Dory,
publicada en la Revista Minera en el año 1893, es una auténtica tesoro y fundamentamos esta afirmación,
principalmente en cuatro motivos:
Primero.- Dory es un testigo presencial de primera
mano, que participa en las acciones tomadas al inicio de la explotación del
yacimiento y pocos años después publica su Memoria sobre Las Minas de Cobre y
de Cobalto de Rioseco.
Segundo.- La forma magistral con que traslada al
papel sus experiencias, tanto desde el punto de vista profesional como
personal.
Tercero.-
Que aún hoy, habiendo transcurrido ciento
veinte años desde su publicación, sigue
plenamente vigente, siendo un instrumento imprescindible para cuantos
quieran acercarse al gran acontecimiento del descubrimiento de las Minas de
Cobre y de Cobalto de Texeo.
Cuarto.-
El descubrimiento de estas Minas, plasmado por Dory en su Memoria, ha permitido poner al Concejo de Riosa en
el candelero, permitiendo que fuera conocido a nivel mundial a finales del
siglo XIX.
SEGUNDO.-
LAS NUEVAS
INVESTIGACIONES SOBRE LAS MINAS DE TEXEO.-
No
se equivocaba el Sr. Dory en la conclusión final de su Memoria, tal como hemos
reflejado, porque desde la fecha de su publicación (1893), hasta nuestros días se han llevado a cabo diferentes estudios y
se han realizado diversidad de publicaciones, algunas de ellas profundamente científicas, sobre un tema de tanto
interés como este. Igualmente se han
desarrollado campañas de investigación
arqueológica, que han dado lugar a
descubrimientos sorprendentes.
De
entre todas, nosotros queremos destacar las realizadas, en dos fases, por D. MIGUEL
ANGEL DE BLAS CORTINA, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo:
- La primera en 1987 y cuyos resultados fueron recogidos en el trabajo
denominado “Minas Prehistóricas del Aramo (Riosa)”. Campaña Arqueológica de
1987. Incluido en el Libro Excavaciones
Arqueológica en Asturias (1987-1990). Principado de Asturias, Consejería de
Cultura y Deportes. 1992.
Paulino Martínez Vázquez, fue el guía del Catedrático de la Universidad de Oviedo, D. Miguel Ángel De Blas Cortina, en las Minas de Texeo, al ser un perfecto conocedor de las mismas, debido a que trabajó en las mismas durante años, muchos de ellos como vigilante. Aquí le vemos después de salir de la mina. Esta foto fue utilizada por el catedrático en algunas de sus conferencias sobre este yacimiento, en agradecimiento por su colaboración:
Foto cedida por Laura Martínez Pello
- La segunda en 2005: Vista la
importancia del yacimiento desde el punto de vista arqueológico y teniendo en
cuenta los resultados de la primera campaña, en el año 2005, gracias al
convenio suscrito entre la Universidad de Oviedo, la Consejería de Cultura, que
cuenta con la colaboración de HUNOSA y el
apoyo económico de Cajastur, se inicia
una nueva Campaña Arqueológica, que ha permitido dar un gran impulso a los
trabajos arqueológicos que se desarrollan en las minas prehistóricas de cobre y
de cobalto de Texeo, en Rioseco (Riosa),
trabajos que se encargan al mismo catedrático con quien colabora el ingeniero
de minas D, Manuel Suárez utilizando mineros del Pozo Montsacro y que dieron como
resultado el extraordinario hallazgo en el mes de julio de 2006 de un nuevo esqueleto completo, con una
antigüedad de más de 4.000 años, en el
lugar conocido como “Rincón de La Campa Les Mines”
El propio catedrático
manifestaba a la prensa su
sorpresa ante el hallazgo producido, teniendo en cuenta que las Minas han sido
explotadas desde la Prehistoria por distintas culturas; el mismo afirma que no hay en Europa ninguna mina prehistórica
que reúna las singularidades de la riosana.
El esqueleto se hallaba en un conducto
estrecho y con pendiente muy fuerte,
algo así como un tubo, en el paraje
conocido como “Rincón de la Campa Les Mines”. Estaba tapado por escombros y
teñido de sales de cobre como ocurre con los cráneos que hay en el Museo
Arqueológico de Oviedo.
Esqueleto completo hallado en el mes de julio de 2006 en las Minas Prehistóricas de Cobre de Texeo (Riosa) por el Equipo de Investigación arqueológica del Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, D. Miguel Ángel de Blas Cortina, que se halla depositado en el Museo Arqueológico de Asturias con una antigüedad entre 3.800 y 4.600 años
Conocida
la datación de las localizaciones, el catedrático DE BLAS CORTINA, calcula que el esqueleto tiene entre 3.800 Y 4.600 años
de antigüedad. Corresponde ahora a
los expertos en antropología física
determinar si corresponde a un hombre o a una mujer, si era joven o anciano,
alto o bajo, musculoso o débil y se tenía alguna enfermedad. El cráneo no
parece tener ninguna lesión visible aunque
eso no quiere decir que no tuviera otras lesiones. Esto hace pensar que no murió en la mina, parece, más
bien, que llevar los cuerpos a la mina, era
un rito cultural, una ceremonia que deja ver la relación de los mineros con
las minas y sus creencias.
Lo
cierto es que se han encontrado más de veintiséis
esqueletos en las Minas de Texeo y que, según él, todos los estudios demuestran que no son producto de accidentes de mina
sino que reutilizaban las galerías ya explotadas y abandonadas como lugares de enterramiento. Concluye
diciendo que esta forma de enterrar a sus
muertos era un rito de la cornisa cantábrica, ya que en otras minas de
cobre del Continente europeo (Austria, Irlanda), no ha aparecido ninguno.
Esta tesis
ha sido desarrollada por el
catedrático DE BLAS CORTINA, en
un trabajo titulado “La mima como ámbito infra terreno y el cadáver como ofrenda
ritual”. “A propósito de los
esqueletos humanos hallados en las explotaciones cupríferas del Aramo”.Se
trata de un trabajo integrado en el
libro “Mineros y Fundidores en el inicio de la edad de los metales”. “El Midi
francés y el Norte de la Península Ibérica”, editado con la coordinación y
dirección de Julio Fernández Manzano y José Ignacio Herrán Martínez, publicado en 2003.
Con
la tesis del catedrático DE BLAS CORTINA, coincide Dª María Fernanda Fernández Gutiérrez,
según recoge en la ponencia presentada en el IV Congreso Internacional sobre
Patrimonio Geológico y Minero celebrado en Utrillas (Teruel) el 25 y 28 de setiembre de 2003, titulada “Nueva
aproximación a las Minas de cobre y de
cobalto de la Sierra del Aramo: La explotación contemporánea y el enclave de
Rioseco-Riosa (Asturias)”
No
obstante, de esta tesis discrepa el
equipo coleccionista minero investigador (GRUCOMI)
que considera que los fósiles humanos de
las Minas del Aramo, son consecuencia de un accidente de trabajo. Esgrimen
tres argumentos para apoyar su afirmación:
1º.-
Todos los testimonios de quienes describen los restos empezando por el propio
Dory (1893), no dudan que aquellos hombres murieron trabajando.
2º.-
Todos eran jóvenes o varones.
3º.-Estaban
acompañados de herramientas y no de abalorios,
como suele ser más común en la
preparación del viaje al más allá.
Respecto
a esta discrepancia hemos de decir lo siguiente:
Tanto
DE BLAS CORTINA, -aparte de otros
razonamientos- como GRUCOMI,
fundamentalmente, se basan, en la
Memoria de Dory para apoyar sus tesis, concretamente en el siguiente párrafo:
“Los
cuatro primeros esqueletos fueron hallados en una galería que por ese motivo,
la denominan “de los esqueletos”; dos de
ellos estaban cogidos por un hundimiento en el que encontraron la muerte,
pues uno conservaba el martillo junto a su mano, los otros dos estaban sentados con las piernas juntas y la rodilla a la
altura de la barba, teniendo también uno de ellos el martillo cerca de su mano.
En esta postura enterraban a sus muertos los hombres primitivos.”
DE
BLAS CORTINA en la segunda parte del párrafo: “…los otros dos estaban sentados con las piernas juntas y la rodilla a la
altura de la barba, teniendo también uno de ellos el martillo cerca de su mano.
En esta postura enterraban a sus muertos los hombres primitivos.”
GRUCOMI en la primera parte del párrafo: “…dos de ellos estaban cogidos por un
hundimiento en el que encontraron la muerte, pues uno conservaba el martillo junto a su mano.”
Sin
entrar en disquisiciones, del análisis de lo escrito en la Memoria, la
conclusión más lógica es que Dory pensara en las dos posibilidades: unos murieron en accidente y otros, la mayoría, eran enterramientos rituales, tal como
defienden MIGUEL ANGEL DE BLAS CORTINA y MARIA FERNANDA FERNANDEZ GUTIERREZ.
Retomando
el hilo de la exposición, DE BLAS CORTINA, en su trabajo, manifiesta que, a día
de hoy, es imposible conocer, con
exactitud el número de esqueletos aparecidos en las Minas de Texeo –Rioseco
(Riosa), debido a la dispersión que han sufrido y que ya lamentaba E. EGUREN
(1918), hace noventa y cinco años y que también aconteció en hallazgos
posteriores.
Haciendo
una recopilación desde el año en que fueron descubiertas las minas (1888)
menciona, en primer lugar, dieciséis
esqueletos computados por Dory; además, fueron medidos otros tres cráneos
por EGUREN (1917-1918). En 1938 se
produjo un nuevo hallazgo craneal y varios huesos largos en 1949. En 1950 aparecen dos nuevos cráneos
además de otros huesos, varios fragmentos de otro cráneo y dos mandíbulas, una
de ellas pertenecía a uno de los cráneos señalados (URIA 1950). En las
Excavaciones realizadas por el propio DE
BLAS CORTINA, en la campaña de 1987, se
hallaron una mandíbula y varios huesos largos (de aquella se sabe su cronología radio carbónica:
segundo milenio A.C.). A este resumido catálogo se le agrega otro cráneo inédito que fue depositado en el Museo Arqueológico
de Oviedo en el año 1996, otro,
del cual se ignora su destino y que
estuvo en manos de un topógrafo de Mieres que trabajó en la última etapa de la
explotación de las Minas, más otro más
depositado en la Escuela Superior de Minas de la Universidad de Oviedo.
En definitiva, el cómputo de fósiles
humanos en las minas podría oscilar entre 26 individuos o 19, en el supuesto que los medidos por EGUREN
procedieran del primer grupo y que uno de los hallados en 1950, fuera de los
que circularon en manos de los particulares señalados.
DE
BLAS CORTINA señala, y con razón, que un
grupo de entre 19 y 26 cadáveres descubre una realidad antropológica más que
notable, aún excluyendo las referencias orales que no han podido ser
contrastadas.
Esto
escribía el ilustre catedrático de la Universidad de Oviedo en 2003, pero en el año 2006, en el transcurso de las
labores arqueológicas desarrolladas por el propio DE BLAS CORTINA, se descubre un nuevo esqueleto completo que habrá que añadir al catálogo.
Por
otra parte, también, de otros fósiles humanos hallados a los que se hace
referencia de forma oral, bien por parte de los trabajadores de las cintas de
escogido o bien por algunos de los trabajadores técnicos de la explotación en
la última etapa, como a los que hace mención en el trabajo VALLE DE RIOSA,
minero desde la Prehistoria, redactado por Pedro Fandós Rodríguez, José Antonio
de San Antonio y Txema Ordóñez Fernández (GRUCOMI). En este trabajo se refieren a la colección de fósiles
humanos en poder de D. Angel Vázquez, capataz de la explotación en su
última etapa y fallecido en 2005, los
cuales habían sido rescatados en 1960,
un cráneo completo, otro incompleto y varios huesos largos, además de
varios útiles de trabajo.
Como
experiencia personal puedo añadir que,
en una de mis conversaciones con D. Ramón Iglesias Laviades, que había
sido capataz jefe de las explotaciones en su última etapa, supe de la existencia de gran número de fósiles humanos y de
herramientas de trabajo, martillos, mazas etc. que el guardaba en su casa de
Colloto. Al ver que estaba interesado en conocer su colección me invitó a
su casa y, puede contemplar la gran
cantidad de fósiles que conservaba,
sobre todo herramientas y útiles de trabajo utilizados por los mineros
prehistóricos. D. Ramón los tenía depositados
en grandes cajones de madera a modo de estantería en una de las habitaciones
de su casa y se hallaban en perfecto estado de conservación. No he tenido conocimiento de cuál ha sido
el destino de esta colección.
Sería
interesante que los propietarios de las
colecciones particulares de fósiles humanos y herramientas de trabajo etc.
procedentes de las Minas de Texeo-Rioseco (Riosa), como parece ser que
existen, por lo anteriormente expuesto, depositaran su colecciones en algún museo
asturiano, por qué no, riosano, donde todo el mundo pudiera
contemplarlos y así admirar a nuestros mineros prehistóricos del cobre. La
administración debería buscar el entendimiento con sus titulares, bien mediante
convenios, acuerdos económicos, etc, de
forma que pudieran reunirse todos estos fósiles, que son muchos, en un solo
lugar, con lo que se conseguiría hacer un catálogo más exacto y completo que el actual.
TERCERO.-
TRAYECTORIA EN LA EXPLOTACIÓN DE LAS MINAS DE TEXEO –RIOSECO- (RIOSA).
TRAYECTORIA EN LA EXPLOTACIÓN DE LAS MINAS DE TEXEO –RIOSECO- (RIOSA).
Desde
casi el momento de su descubrimiento por parte del ingeniero belga VAN STRAALEN, las Minas de
Texeo-Rioseco (Riosa) fueron explotadas sucesivamente por diferentes Compañías
Industriales que, con mayor o menor éxito se prolongan hasta el año 1960, en el que se puede dar por
terminada la actividad extractiva. Tras una primera fase (1888) de estudios previos y
trabajos iniciales, se abre la
iniciativa empresarial y así el propio VAN STRAALEN, constituye la Sociedad Anónima Minas del Aramo, con
domicilio en Pola de Lena, denominando
al yacimiento Teresita; forman parte de esta sociedad, aparte de Van Straalen,
Ernesto Guilhou, Aquilino Carcaba Heres, Jerónimo Ibrán y Casimiro González de
Lena. La escritura se otorga en Pola de Lena ante el Notario Guillermo Blanco
Villegas, con fecha 3 de mayo de 1892, inscribiéndose en el Registro Mercantil
y de Bienes Muebles de Asturias Secc.
3ª, tomo 8, folio 90, hoja 87.(Rafael Pérez Lozano, en su libro Asturias e
Inglaterra). El objeto de esta sociedad era la explotación de minas de cobre
otros metales, con un capital social que se valoraba en 5.000 pts. (Mina Teresita y los registros
Teresita 2ª, Teresita 3ª, Lolita y Lolita 2ª que aportaba y cedía Van Straalen,
sitas en términos de Peña Blanca del Valle de Texeo, parroquia y término de
Riosa y de otros que pudieran adquirirse en lo sucesivo; concretamente las tres Teresitas eran minas de cobre y de
cobalto, de unas 30 ha. cada una y las Lolitas eran de hierro y se situaban en
la meseta de la Sierra del Aramo.(Rafael Pérez Lozano, en su libro Asturias e
Inglaterra). El primer Consejo de Administración estaba formado por
personas de renombre: Presidente
Ernesto Guilhou, hijo de Numa Guilhou, el Director, el propio Van Straalen,
Secretario Aquilino Cárcaba y como Consejeros Jerónimo Ibrán y y Casimiro González (Mª. Fernanda Fernández Gutierrez). El capital inicial no
concuerda con la importancia de los
miembros del Consejo, ni con la importancia de la inversión económica qu hubo
de realizarse y que suponía la inmovilización
en el primer año, que algunos cifran en 3 millones de libras (Jorge
Diego Sánchez: Rioseco: Un poblado minero abandonado en la Sierra del Aramo
Astura nº 7 Oviedo 1989).
Los
avances producidos en el primer año fueron importantes, según nos dice Dory en
su Memoria de 1893. Precisamente, en el año anterior, se inician las labores
para la construcción del asentamiento de Rioseco así como de las diversas
instalaciones. Asimismo, también se
realizan los trabajos de preparación previos a la extracción de metales y el planteamiento
de una mejora de las comunicaciones. No obstante, debido a las condiciones
orográficas de la zona, que hacen difícil el transporte del mineral hasta la
Estación del Ferrocarril del Norte en Pola de Lena, incluso entre las
bocaminas y las zonas de almacenamiento,
la necesidad de lavaderos, el difícil acceso al enclave, la actividad se hace
lenta y costosa.
Ante este cúmulo de dificultades VAN STRAALEN, en
1894, se pone en contacto con sus amigos ingleses y el catalán Sebastián J.
Barris, formando en conjunto una nueva
compañía, La Real Asturias Cobalt
Company Ltd. (Revista Minera). La prioridad de esta Compañía era la
explotación del cobalto debido a su rentabilidad pero no fueron capaces de
poner en marcha el yacimiento de las Minas de Texeo, terminando por desistir
del proyecto (Rafael Pérez Lozano).
En
esta situación se forma una nueva empresa
provisional denominada Sociedad Lena-Mieres (24-6-1897), bajo
la dirección del ingeniero Alfonso Dory que, precisamente, ha dimitido de su
puesto en Hulleras de Turón (Revista Minera). La provisionalidad de esta
empresa es patente, ya que el 3 de julio de 1897, se constituye la Sociedad The Aramo Copper Mines en
Londres, con un capital de 40.000 libras. Forman parte del proyecto el mismo Van Straalen; Zunz, E.R.
Merton, H. Gardner y L. Corvilain,
Secretario C.W. Aston Key.
Con
ello se da un nuevo impulso a la explotación del Aramo, se mejoran las minas,
se instala un cable aéreo desde la
bocamina al poblado, se perfeccionan las fraguas y otras instalaciones para una mejor obtención
de las menas, se amplía o renueva las
construcciones del poblado de Rioseco, dándole aspecto inglés.
Se
aborda el estudio para la construcción de una carretera – obra no terminada
hasta 1904 – y se consiguieron en1898
las primeras cien toneladas de mineral concentrado (Mª. Fernanda Fernández
Gutiérrez). No obstante, durante el periodo inglés los beneficios que se
obtienen son pocos ya que, las inversiones que sido necesario realizar para la
puesta en marcha de las minas, han sido muy fuertes (Rafael Pérez Lozano-testimonio
Ramón Iglesias Laviades).
La
actividad prosigue con altos y bajos,
debido fundamentalmente, a los
problemas que planteaba el transporte del mineral y a las variaciones en el
precio del cobre; en el año 1913 se firma la escritura de resolución de la
empresa.
La
reanudación de las actividades se demoró
como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. En el año 1918, finalizada la primera Gran Guerra, las minas volvieron a manos de VAN
STRAALEN, y su hermano político Mario Alvarez del Manzano. En el año 1919
se interrumpe la actividad de la empresa de forma tajante, no solo por la
fluctuación del precio del cobre sino por razones ideológicas (Pedro Lorenzo y
Diego Sánchez). Y es que, finalizada la contienda, se estableció una lista
negra con los proveedores de Alemania y entre ellos figuraba el principal
accionista de las Minas del Aramo que, además, era primo del Kaiser. Como
consecuencia se cierra la explotación.
La sociedad siguió manteniendo la
titularidad de las minas, quedando a su cargo
hasta 1924 un ingeniero inglés, cuya misión según nos cuentan los más viejos de
la zona era: “subir diariamente a las
minas, beberse una botella de coñag y escribir a su novia, carta que era
llevada por el pinche a Pola de Lena a la vez que recogía el correo.” De
las andanzas de este ingeniero inglés por la vertiente oriental del Aramo
existen aún hoy algún vestigio: al margen de la carretera que desde el Alto de
La Cobertoria va hasta la estación de
T.V., en el Pico del Gamoniteiro, existen los restos de una cabaña por el
construida que dio nombre al paraje que es conocido como “La Casa El Inglés”.
Esta
situación, como decimos, se mantuvo hasta 1924. Con la llegada al poder del
General Primo de Rivera, se produce el resurgimiento de la explotaciones de
cobre, como consecuencia de la política proteccionista (subvenciones) que dio
lugar a la reanudación de la actividad
en las Minas de Texeo, sobre todo del cobalto, que se exportaba a Francia a través de la Empresa del Sur.
La
Aramo Copper Mines reinicia la explotación a finales de 1923 y trabaja casi
durante una década vendiendo después a
la Sociedad Minas del Aramo (Garre
hermanos y Compañía). A finales de 1929 se inicia la construcción de la
carretera desde el Collado de La Mesta,
asimismo se construye un cable aéreo para el transporte de mineral desde las
bocaminas al poblado de Rioseco (El Noroeste).
Al
instaurarse la República la explotación se paralizó, realizándose el
mantenimiento imprescindible (1931-1936).
La
última etapa tiene lugar entre 1947-1960, siendo la empresa Minero Metalúrgica Asturiana S.L. (METASTUR) la titular del yacimiento.
–Registro Mercantil y Bienes de Asturias – Escritura de fecha 1-2-1947,
registrada el 22 de marzo de 1947. Estaba constituida por los hermanos, Julio, Manuel y Pablo
Alonso Rato, como Sociedad Mercantil de responsabilidad limitada, con domicilio
social en Oviedo y capital de tres millones de pesetas. En esta época de
resurgimiento participan también M. Santamaría y el Coronel Ladreda (Alexander
Olaizola: Un día en Riosa KRK 1999).
Durante este periodo fue la explotación más
importante de Asturias alcanzando como máximo histórico las 370 toneladas los años
1954 y 1955 (Manuel Gutiérrez Claverol y Carlos Luque Cabal, Recursos del
Subsuelo de Asturias).
Se
reanuda la explotación minera con el fin de extraer cobre con destino a la
planta química de Lugones así como también para la exportación del producto de
inferior ley a Bilbao (Rafael Pérez Lozano y Jorge Diego).
De
esta última etapa de la explotación me vienen a la memoria recuerdos que ya
llamaron mi atención en aquel momento, a
pesar de mi corta edad:
a) Por lo que se refiere al transporte del
mineral: Cuando los camiones de marca FIAT y LANCIA, sobre todo el FIAT de
morro chato y color azul, subían renqueantes debido al peso del mineral, por la
carretera serpenteante que ascendía
desde Rioseco hasta La Mesta, para después, por un trazado más apacible, llegar
hasta el Alto del Cordal; allí podían elegir: seguir hasta Pola de Lena,
Mieres, Padrún, Oviedo, Lugones; o bien bajar a La Vega de Riosa, Oviedo,
Lugones. Los dos trazados fueron utilizados, pero el más corto y de menor
dificultad era el de La Vega.
b) Por lo que se refiere a los trabajadores: La
gran cantidad de mujeres que, principalmente, trabajaban en las cintas de
escogido del mineral, lavaderos y talleres. Vivían en los pueblos cercanos
– Llamo, Les Texeres, La Cantera, El Huespe, Muriellos Felguera, Villamer y otros pueblos del concejo de Riosa. En general, todos los trabajadores, tanto hombres como
mujeres, eran de Riosa o de los pueblos
limítrofes de los Concejos de Lena, Quirós y Mieres. Estas mujeres guarda con cariño algunas fotografías que constituyen un
auténtico testimonio de su paso por las Minas de Texeo. En aquella época, década
de los cincuenta, no era muy corriente, ver tantas mujeres trabajar en labores
mineras. Amada, nos dice los nombres de muchas de ellas, aunque nos advierte que había más:
Villamer: Dos hijas de Vicente Talina (Josefa y Gelinos)
Felguera: María Turón, Guillermina la de Anina.
La Cantera:Luz la de Pepito y Amelia.
Muriellos: Letrita, Rosaura y María Bernalda.
El Huespe: Angeles y Nieves.
Llamo: Argentina, Amada y Lumina, Gloria.
Les Texeres: Consuelo y María.
De Rozacaxil: Sabel, Amadita, Laura..
De San Adriano: Guillermina.
De Villamer: Josefa y Gelinos (hijas de Vicente Maria Talina)
De Felguera: Guillermina La de Anina, María Turón.
De otros Concejos recuerda a Adela, Milagros y Elvira, de La Fabariega (Mieres).; de Lena, Berta Cortina del Bar La Maerá - Muñon, Conchita de Reconcos
Algunas de ellas se las mostramos a continuación:
Villamer: Dos hijas de Vicente Talina (Josefa y Gelinos)
Felguera: María Turón, Guillermina la de Anina.
La Cantera:Luz la de Pepito y Amelia.
Muriellos: Letrita, Rosaura y María Bernalda.
El Huespe: Angeles y Nieves.
Llamo: Argentina, Amada y Lumina, Gloria.
Les Texeres: Consuelo y María.
De Rozacaxil: Sabel, Amadita, Laura..
De San Adriano: Guillermina.
De Villamer: Josefa y Gelinos (hijas de Vicente Maria Talina)
De Felguera: Guillermina La de Anina, María Turón.
De otros Concejos recuerda a Adela, Milagros y Elvira, de La Fabariega (Mieres).; de Lena, Berta Cortina del Bar La Maerá - Muñon, Conchita de Reconcos
Algunas de ellas se las mostramos a continuación:
Foto
cedida por Amada Fdez. Hevia
Letrita (Muriellos),
Amada (Llamo) y Luz (La Cantera), junto al plano inclinado por donde bajaba el mineral de cobre y de
cobalto.
Foto
cedida por Amada Fdez. Hevia
Amada,Tides (Candanal) y Luz
Foto cedida por Amada Fdez. Hevia.
Sabel (Rozacaxil), Amada (Llamo), Amadita (Rozacaxil), Consuelo Les Texeres) y Lumina (Llamo)
Primera mitad de la década de los años 1950-1960. Trabajador@s de las Minas de Cobre y de Cobalto de Texeo (Riosa). Sierra del Aramo.
De izquierda a derecha: Milagros, de La Fariega; Nieves, la del Huespe; ?, Lumina, la de Llamo; Consuelo, la de Les Texeres; Amores, el del economato; Amada, la de Llamo y Elvira de La Fariega.
También les mostramos otra foto de 1957, en la que aparecen los trabajadores del taller:
Fila superior por la izquierda: (?),Juan, (?), Eduardo, Lino Les Texeres, Adrián, (?), Quico les Texeres, Gelín de Armá (?), José Pin (?). Segunda fila por la izquierda: Luciano de La Maramuñiz, Amado La Castañar, Arturo Camblor (vigilante), Santiago, Agustín, Aladino de La Maramuñiz.
Primera mitad de la década de los años 1950-1960. Trabajador@s de las Minas de Cobre y de Cobalto de Texeo (Riosa). Sierra del Aramo.
De izquierda a derecha: Milagros, de La Fariega; Nieves, la del Huespe; ?, Lumina, la de Llamo; Consuelo, la de Les Texeres; Amores, el del economato; Amada, la de Llamo y Elvira de La Fariega.
Laura Villoria Vázquez de Rozacaxil (Riosa). Con 18-19 años, delante de unos de los camiones que transportaban el mineral, un "Lancia" con el volante a la derecha.
También les mostramos otra foto de 1957, en la que aparecen los trabajadores del taller:
Iguamente nos cuenta Amada otros detalles :
-Que la empresa, según había oído a Aladino Alvarez, que estaba al cargo de las oficinas y a la vez era el practicante, en los últimos años antes de cerrar, llegó a tener cien obreros.
- Que las mujeres no trabajaban en el interior de la mina.
- Que, aparte de los trabajadores de Riosa, también había trabajadores de Lena, Mieres y Quirós, incluso que, algunos de los de Quirós, venían andando por el Puerto (Manuel, Quelino y Juan), más tarde se hospedaban en Llamo, en Casa Graciano (bar).
- Recuerda también Amada, que el Capataz Jefe era D. Ramón Iglesias Laviades y que otro de los capataces de la última etapa era D. Angel Vázquez, de Pola de Lena (Angel el del Plano).
- Asimismo nos dice quienes eran los vigilantes: Avelino Martínez, Paulino Martínez (de Llamo) Máximo Diaz (de Llamo), Arturo Camblor y Paulino Paredes, en el exterior.
-Que la empresa, según había oído a Aladino Alvarez, que estaba al cargo de las oficinas y a la vez era el practicante, en los últimos años antes de cerrar, llegó a tener cien obreros.
- Que las mujeres no trabajaban en el interior de la mina.
- Que, aparte de los trabajadores de Riosa, también había trabajadores de Lena, Mieres y Quirós, incluso que, algunos de los de Quirós, venían andando por el Puerto (Manuel, Quelino y Juan), más tarde se hospedaban en Llamo, en Casa Graciano (bar).
- Recuerda también Amada, que el Capataz Jefe era D. Ramón Iglesias Laviades y que otro de los capataces de la última etapa era D. Angel Vázquez, de Pola de Lena (Angel el del Plano).
- Asimismo nos dice quienes eran los vigilantes: Avelino Martínez, Paulino Martínez (de Llamo) Máximo Diaz (de Llamo), Arturo Camblor y Paulino Paredes, en el exterior.
CUARTO.-
EL POBLADO MINERO DE RIOSECO.-
Se
encuentra a 7 Km. de La Vega de Riosa, a setecientos metros de altitud, sobre
el pueblo de Llamo, en la vertiente oriental de la Sierra del Aramo, a los pies
del Pico Villuriz, rodeado de naturaleza pura por todos su vientos. Ocupa una
superficie de unos mil metros cuadrados y conforma
un conjunto arqueológico industrial formado por:
1.- cinco edificios:
- La casa del Ingeniero o de Dirección, “La Casona”. A
día de hoy semiderruida (pendiente de restauración).
- El edificio de Los Servicios (oficinas, economato,
cantina). De este edificio solamente queda la planta semisótano.
- Tres edificios más destinados a viviendas de los
mineros, con orientación S.-SE. ( restaurados)
- Un edificio auxiliar, destinado a las cuadras inicialmente y después a vivienda (restaurado).
Las fechas claves de su construcción son dos:
a) En 1892, año en que comienzan las obras. Un año
después ya hay construidas viviendas, fraguas, instalaciones de preparación,
transportes, oficinas y laboratorios (Dory 1893).
b)En 1904 se concluyó la 2ª fase en la
construcción del poblado, debido ya a la iniciativa inglesa, de ahí las
características de los edificios
construidos al más puro estilo inglés. Se construye también la carretera hasta el Alto del Cordal (Rafael Pérez
Alonso).
Según
testimonio del que fue capataz jefe
durante la explotación del yacimiento por la Minero Metalúrgica Asturiana S.L.
(METASTUR), D. Ramón Iglesias Laviades, las obras del poblado fueron realizadas por el maestro de obras de Fábrica de Mieres, D.
Vicente García.
María Fernanda Fernández Gutiérez, en la Ponencia presentada en el IV Congreso Internacional
sobre Patrimonio Geológico Minero
celebrado en Utrillas (Teruel), 25 28 de setiembre 2003, titulada: "Nueva
aproximación a las Minas de cobre y de cobalto de la Sierra del Aramo: La
explotación contemporánea y el enclave de Rioseco, Riosa (Asturias)", aparte de
realizar un muy interesante trabajo sobre las Minas de Texeo, (Riosa), también
hace referencia al poblado de Rioseco, al que considera como PATRIMONIO
INDUSTRIAL.
Las construcciones nos dan
una imagen bien diferenciada de lo que es la arquitectura tradicional de la
zona. La presencia de ingenieros extranjeros, no hay duda que influye en
las características constructivas de los
edificios de este poblado, acercándolos a los modelos propios de la
arquitectura industrial.
Una de las características claras de estas
construcciones son el ladrillo macizo de
color rojo, utilizado en puertas, ventanas y esquinales y que fue fabricado
en las inmediaciones del poblado, concretamente
en la parte baja de la ladera que
hay frente la entrada principal de la
“La Casona”. Aún existen vestigios de tal actividad. Destaca sobre el resto de los edificios, La Casa del
Ingeniero o de Dirección – “La Casona”, residencia también de los técnicos.
Tiene unas dimensiones mucho mayores al resto de edificios, incluso en cuanto a
su altura. Estaba dotada de planta baja, piso y piso bajo cubierta; la cubierta
era a dos aguas. Por la parte norte disponía de cinco ventanales de gran amplitud, (tanto en la planta baja como en el piso primero), y en la parte sur cuatro (tanto en la planta baja como en el primer piso); la parte este, en la planta baja: dos
ventanas de mayor tamaño en los extremos y otra en el centro de pequeñas
dimensiones, en el piso primero un solo ventanal y en el bajo cubierta otro (ambos en el centro de la fachada); la
fachada oeste disponía de tres ventanales, dos de grandes dimensiones en la
planta baja y uno de menor dimensión en el bajo cubierta, la planta primera no
tenía ningún hueco en esta fachada. Tenía
una entrada principal por la cara
sur y dos auxiliares por su fachada norte, que es donde estaba la cocina, los
lavaderos y los servicios. Tenía una gran
escalera de madera de castaño por
la que se accedía al piso superior, la cual estaba dotada de una barandilla muy
hermosa. En el piso superior había un gran salón, y los dormitorios, los cuales
disponían todos de chimeneas, también había una cocina y un baño; el piso bajo cubierta era muy amplio y tenía
iluminación a través de sendas ventanas pequeñas, una por la fachada Este y
otro por la Oeste.
En La Planta baja estaba la cocina, era de grandes dimensiones, miraba a
las fachadas norte y este, el pavimento era de
baldosas blancas y negras; también tenía utensilios de cobre que
llamaban la atención. En la fachada oeste había un
gran salón con dos grandes ventanales.
Debemos resaltar que en esta casa, la colocación del ladrillo macizo de color rojo, es diferente
al lineal simple del resto de los edificios: dentados en los esquinales y las embocaduras se suman al resalte de la
clave (Mª Fernanda Fernández Gutiérrez).
La mayoría de estos detalles son recuerdo de mi
infancia, ya que, si bien el poblado no disponía de Iglesia, el cura párroco de
La Vega de Riosa, D. Nicanor López Brugos, en la última etapa de la
explotación, periódicamente, subía a decir misa y yo le acompañaba como
monaguillo, en algunas ocasiones; el recorrido lo hacíamos en moto, una MV de
dos tiempos. Partíamos de La Vega en dirección Pola de Lena hasta El Alto del
Cordal (7 Km.), nos desviábamos a la derecha en dirección a La Mesta (2,6 Km.)
y desde aquí, bajábamos por la serpenteante carretera hasta el poblado. (3 Km.)
El poblado disponía o dispuso de los siguientes servicios:
- *Comunicación telefónica:
En el año 1892, existía comunicación
telefónica entre Ablaña, donde residía el Ingeniero VAN STRAALEN, y Rioseco
(Revista Minera 16 de setiembre de 1893,nº 1457)
- *Agua potable procedente de una captación realizada en las
inmediaciones del Averón de Foz, donde, todavía hoy, se puede ver de dónde
tomaban el agua.
*Comunicación por carretera a través de La Mesta, hasta el Alto del Cordal, con salida a Pola de Lena, a partir del año 1904.
- *Suministro de energía
eléctrica (a partir de 1947) tanto para el poblado
como para las instalaciones, incluso hasta pie de las bocaminas (aún se pueden
ver las casetas de los transformadores).
*Servicio médico, atendido por un practicante. En la última etapa de la empresa, el practicante era D. Aladino Alvarez, quien, una vez cesada la actividad de la empresa en el año 1960 pasó a desempeñar la misma función en el Pozo Montsacro, llegando a ser, también Alcalde del Ayuntamiento de Riosa.
*Economato.
*Servicio médico, atendido por un practicante. En la última etapa de la empresa, el practicante era D. Aladino Alvarez, quien, una vez cesada la actividad de la empresa en el año 1960 pasó a desempeñar la misma función en el Pozo Montsacro, llegando a ser, también Alcalde del Ayuntamiento de Riosa.
*Economato.
2.-Instalaciones de producción:
En un nivel superior, por encima del poblado formando
una plataforma, existen restos de las siguientes instalaciones:
a)Fundición para mata de cobre (se conserva la chimenea industrial): Según el testimonio de Amada, una de las trabajadoras de la última etapa, fue construida bajo la dirección de D. Eduardo, yerno de D. Julio Rato, uno de los dueños de la Empresa; como oficial de obra participó Lino Les Texeres; También trabajó en ella Antón de La Granxa. Tiene unos veinte metros de altura. Es rectangular, perfil
decreciente en altura y motivos moldurados en su extremo superior. En la base,
cada uno de los lados tiene dos metros de longitud y en su extremo superior un metro y veinte centímetros
aproximadamente. Está construida de ladrillo macizo de color rojo. Está
perfectamente conservada. También nos dijo que la zona donde se ubica la chimenea se le llamaba "La Humeda" Muchos de estos datos se pueden apreciar en las fotos siguientes:
Foto: José Luis Cabo Sariego
La chimenea aún conserva su esbeltez.
Foto: José Luis Cabo Sariego
La
Chimenea apunta al Pico Villuriz.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El estado de conservación es perfecto.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
La anchura
de los lados en la parte superior se puede conocer contando el número de
ladrillos colocados (1.20 m. aproximadamente)
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de la chimenea de Rioseco con escalera hasta la cumbre.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de la chimenea de Rioseco con escalera hasta la cumbre:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de la chimenea de Rioseco con escalera hasta la cumbre.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de la Chimenea de Rioseco en la base de la misma.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Acceso a la base interior de la Chimenea de Rioseco.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Chimenea de Rioseco desde el acceso a su interior.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Chimenea de Rioseco desde el sur, con Peñamanteca al fondo.
b) Plantas isodromía -concentración por mesa de gravitación- y de lixiviación amoniacal -vía húmeda amoniacal-, para la recuperación del cobre en los minerales de más baja ley o de los estériles del lavadero, con un contenido medio en cobre del 1%.
Realizada en mampostería de piedra y ladrillo, Se aprecia el enorme volumen de esta construcción, que debió estar unido al lavadero o zona de decantación. Efectuadas las labores de limpieza de las instalaciones en el año 2011 por FUCOMI, se aprecia con mayor detalle los restos que aún resisten el paso de los tiempos y que pueden verse con claridad en las fotos del panel informativo colocado en las inmediaciones de las mismas.
Realizada en mampostería de piedra y ladrillo, Se aprecia el enorme volumen de esta construcción, que debió estar unido al lavadero o zona de decantación. Efectuadas las labores de limpieza de las instalaciones en el año 2011 por FUCOMI, se aprecia con mayor detalle los restos que aún resisten el paso de los tiempos y que pueden verse con claridad en las fotos del panel informativo colocado en las inmediaciones de las mismas.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Lavaderos y Plantas de isodromía y lixiviación :
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
c) Lavadero o zona de decantación.
d) Laboratorio, prácticamente no existen vestigios de esta
construcción, no obstante, según recuerdos de alguna de las visitas que realicé a la explotación, estaba en el extremo
derecho de la plataforma, es decir al norte. Estaba orientado al Este y
tenía una gran cristalera por su fachada principal. Según recuerdan Amada y Juán Sánchez, que también trabajó en Rioseco, uno de los químico se llamaba D. José Rodriguez y el otro D. Joaquín Marroquino.
QUINTO.- ESTRUCTURA Y REDES DE TRANSPORTE DEL MINERAL.-
Una de las mayores preocupaciones de los dirigentes de las Minas de Texeo al iniciarse la explotación moderna del yacimiento a partir del descubrimiento de las labores prehistóricas por el ingeniero belga D. Alejandro Van Straalen, fue el transporte del mineral desde los pisos superiores (situados entre los 1.000 y 1.200 m) y el poblado de Rioseco.
Una vez establecida la planta para el tratamiento del mineral por encima del poblado de Rioseco, concretamente en la zona conocida como "La Casa Candanal" o "Socavón de Rioseco", se estableció una estructura compleja para el transporte del mineral desde los pisos superiores.
En concreto:
- Un plano inclinado desde el piso 4º
( +1.175 m.) al piso 2º (+ 1.085 m).
- Un plano inclinado desde el piso 2º al piso 1º (+ 995 m)
- Cable de cubas desde el piso 1º a la planta de tratamiento (715 m.)
Reiniciada la explotación en la década de los años 40 - S.XX -, se eliminan los planos inclinados exteriores, utilizándose exclusivamente el transporte exterior por cable:
- Cable vaivén del piso 2º a la planta de tratamiento, configurado en dos tramos, con estación de transferencia intermedia.
- Monocable, con motor eléctrico desde el piso 1º a la planta de tratamiento.
QUINTO.- ESTRUCTURA Y REDES DE TRANSPORTE DEL MINERAL.-
Una de las mayores preocupaciones de los dirigentes de las Minas de Texeo al iniciarse la explotación moderna del yacimiento a partir del descubrimiento de las labores prehistóricas por el ingeniero belga D. Alejandro Van Straalen, fue el transporte del mineral desde los pisos superiores (situados entre los 1.000 y 1.200 m) y el poblado de Rioseco.
Una vez establecida la planta para el tratamiento del mineral por encima del poblado de Rioseco, concretamente en la zona conocida como "La Casa Candanal" o "Socavón de Rioseco", se estableció una estructura compleja para el transporte del mineral desde los pisos superiores.
En concreto:
- Un plano inclinado desde el piso 4º
( +1.175 m.) al piso 2º (+ 1.085 m).
- Un plano inclinado desde el piso 2º al piso 1º (+ 995 m)
- Cable de cubas desde el piso 1º a la planta de tratamiento (715 m.)
Reiniciada la explotación en la década de los años 40 - S.XX -, se eliminan los planos inclinados exteriores, utilizándose exclusivamente el transporte exterior por cable:
- Cable vaivén del piso 2º a la planta de tratamiento, configurado en dos tramos, con estación de transferencia intermedia.
- Monocable, con motor eléctrico desde el piso 1º a la planta de tratamiento.
En esta foto de Ricardo Rabaldana se puede ver la totalidad de la explotación de las Minas de Texeo, con los dos cables aéreos, el Plano inclinado entre el piso 2º y el 1º, la situación de las bocaminas y, en la parte baja, el poblado minero de Rioseco y la planta de tratamiento del mineral:
En los últimos de la explotación, la empresa METASTUR S.L. pretende eliminar este sistema de transporte para cual construye un transversal de 900 m. que comunique la planta de tratamiento con el fondo de mineralización, conocido como "La Casa Candanal" o Socavón de Rioseco.
La construcción de transversales no es una novedad, ya que, en el año 1893, el ingeniero Alfonso Dory, autor de la Memoria publicado en la Revista Minera sobre las Minas prehistóricas de Cobre de Texeo, descubiertas por D. Alejandro Van Straalen en el año 1888, ya recomendaba su construcción para facilitar y abaratar el transporte del mineral de cobre desde las zonas de mineralización hasta la planta de tratamiento.
SEXTO.- SIGNOS DE MODERNIDAD Y ACTIVIDADES DE OCIO EN EL POBLADO MINERO
DE RIOSECO, EN LA SIERRA DEL ARAMO.-
- En el año 1892.-
En
una de las varias conversaciones que
mantuve con el que fue capataz jefe durante la explotación del yacimiento por
la Minero Metalúrgica Asturiana S.A., D. Ramón Iglesias Laviades, me dijo que VAN STRAALEN, se casó con una lenense y que el chalet donde vivía en Ablaña,
disponía de conexión telefónica con
Rioseco (1892). Esta última manifestación pudimos corroborarla en el
artículo publicado por el Director de la
Revista Minera, D. Román Oriol, el día
16 de setiembre de 1893 (nº 1457), titulado “La Prosperidad Industrial de
Asturias”. En este artículo señala como signo de modernidad el que los
hilos telefónicos no solo comuniquen poblaciones, sino que hasta han llegado a
la agreste Sierra del Aramo como si quisiera ofrecer a los esqueletos de la
edad de piedra, allí encontrados, el medio de comunicarse directamente con la
actual sociedad. Como curiosidad decir que, en este punto tiene una llamada con nota a pie de página, en la que anuncia la
publicación “…dentro de poco de una detallada
descripción de esas curiosisimas minas prehistóricas que debemos a la amabilidad del ingeniero belga Alfonso
Dory”. Extremo que se cumplió al
publicarse la Memoria del ilustre ingeniero
el día 1 de noviembre de 1893 y el 24 de noviembre de 1893.
-En la década de los 50:
La llegada de turismos como el de la foto a Rioseco. Las trabajadoras de las minas aprovecharon para poner sus mejores galas y fotografiarse junto al coche. Parece ser que se trataba de un "americano" llamado Beni, cuyos padres eran oriundos de Llamo (se llama así a los españoles que habían emigrado a America), fundamentalmente a Estados Unidos, que alquiló este taxi para llegar a Rioseco. Había permanecido una temporada en el pueblo de Llamo y antes de marcharse quiso visitar Rioseco (se puede ver en la baca del coche sus maletas). La faya que se ve en la foto, aún existe, está en la parte llana de la pista antes de iniciar el descenso hacia el poblado.
Lumina y Amada:
Foto cedida por Amada
-La celebración de bailes:
En
la última etapa de la explotación, los
domingos, según manifiestan algunas de las antiguas trabajadoras de las minas (Amada),
se celebraba baile en el edificio donde estaban las oficinas y el economato, al que acudían jóvenes de todos los pueblos
cercanos, tanto de Riosa como de Lena; según manifiesta, le llamaba la atención que venían muchos jóvenes de Villamer y de La Vega, al principio andando, y después los llevaba un camión de la Empresa, concretamente el FIAT azul de morro chato. También nos cuenta Amada que, en una ocasión, con motivo de la celebración de la festividad de Santa Bárbara, los dueños de la Empresa obsequiaron a los trabajadores con una comida a cuyo efecto se mató un "Xatu" y después se celebró baile en el salón grande de la planta baja de "La Casona". Rioseco se convirtió así en punto de reunión de la juventud de
todos los pueblos a la redonda. Había
una actividad social muy superior a la de muchos pueblos de Riosa.
Actividades tradicionales para los momentos de ocio:
-Juego de los bolos:
El Juego de los bolos era otra de las distracciones de los mineros en los momentos de descanso. Todavía hoy se aprecia el lugar de emplazamiento de la bolera, al sur, delante del edificio de La Cantina y El Economato; se puede ver perfectamente donde estaba el castro - en él se armaban los bolos -.
Escenas cotidianas en Rioseco un día festivo. (1955-1960):
Actividades tradicionales para los momentos de ocio:
-Juego de los bolos:
El Juego de los bolos era otra de las distracciones de los mineros en los momentos de descanso. Todavía hoy se aprecia el lugar de emplazamiento de la bolera, al sur, delante del edificio de La Cantina y El Economato; se puede ver perfectamente donde estaba el castro - en él se armaban los bolos -.
Escenas cotidianas en Rioseco un día festivo. (1955-1960):
Foto cedida por Juan Sánchez
Escenas cotidianas en Rioseco un día festivo. (1955-1960):
Foto cedida por Juan Sánchez
Escenas cotidianas en Rioseco un día festivo. (1955-1960)
Foto cedida por Juan Sánchez
SEXTO.-
REHABILITACIÓN DEL POBLADO MINERO DE
RIOSECO.-
Ya en en el mandato del Alcalde, D. Alfredo Álvarez Espina, se habían mantenido contactos con la familia Alonso Rato, dueña del poblado minero y titular de la concesión de las minas para la rehabilitación del complejo industrial de Rioseco-Texeo pero la negativa de la familia, en ese momento, fue tajante.
A pesar de ello, El Ayuntamiento de Riosa siguió con la idea, teniendo en cuenta, por una parte, la gran importancia del yacimiento arqueológico de las Minas de Texeo y, por otra, considerando de interés, tanto, el resto de las instalaciones industriales como las edificaciones que constituían el antiguo poblado minero de Rioseco.
A mediados de la década de los años 2000 se iniciaron de nuevo las gestiones para la adquisición de todo el recinto con la familia ALONSO RATO (Julia Alonso Fernández…), propietarios de la finca. En el año 2007 se hicieron los informes jurídicos y periciales pertinentes previos a la adquisición. Las negociaciones llevadas a cabo por el Sr. Alcalde, D. José Antonio Muñiz Álvarez culminan con éxito, firmándose, inicialmente, un contrato de opción de compra para después pasar al otorgamiento de la correspondiente escritura pública otorgada en Oviedo ante el Notario D. José Antonio Caicoya Cores, con fecha 8 de octubre de 2009. En su virtud, el Ayuntamiento de Riosa adquiere todo el recinto del poblado minero y varias fincas más que rodean el Poblado.
A pesar de ello, El Ayuntamiento de Riosa siguió con la idea, teniendo en cuenta, por una parte, la gran importancia del yacimiento arqueológico de las Minas de Texeo y, por otra, considerando de interés, tanto, el resto de las instalaciones industriales como las edificaciones que constituían el antiguo poblado minero de Rioseco.
A mediados de la década de los años 2000 se iniciaron de nuevo las gestiones para la adquisición de todo el recinto con la familia ALONSO RATO (Julia Alonso Fernández…), propietarios de la finca. En el año 2007 se hicieron los informes jurídicos y periciales pertinentes previos a la adquisición. Las negociaciones llevadas a cabo por el Sr. Alcalde, D. José Antonio Muñiz Álvarez culminan con éxito, firmándose, inicialmente, un contrato de opción de compra para después pasar al otorgamiento de la correspondiente escritura pública otorgada en Oviedo ante el Notario D. José Antonio Caicoya Cores, con fecha 8 de octubre de 2009. En su virtud, el Ayuntamiento de Riosa adquiere todo el recinto del poblado minero y varias fincas más que rodean el Poblado.
En una segunda fase, con la colaboración del Principado de Asturias, se inician los trabajos de limpieza de las instalaciones y de los edificios, concretamente, los tres edificios que habían estado destinados a viviendas para los mineros y el edificio auxiliar donde
ubicaban las cuadras. Fueron restauradas
en el año 2011, mediante el Taller de Empleo Sierra del Aramo II, promovido por
FUCOMI y financiado por el Servicio
Público de Empleo del Principado de Asturias, El fondo Social Europeo y
el Ministerio de Trabajo. Resta por restaurar “La Casona”, edificio donde se
ubicaba la Dirección y el edificio que se destinaba a oficinas, economato y
cantina, del que solo queda la planta semisótano.
Vista del poblado de Rioseco e instalaciones:
Vista del poblado de Rioseco e instalaciones:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Vista del Poblado, instalaciones y canal por donde subía el camino hasta las bocaminas (52 revueltas) y discurría el cable aéreo de transporte del mineral hasta las instalaciones de tratamiento en el poblado:
Poblado Minero e instalaciones, desde La Campa Gil Robles:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Poblado Minero e instalaciones:
Poblado Minero:
Poblado minero de Rioseco (Riosa) a los pies del Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Poblado minero de las minas de cobre y de cobalto de Texeo en Rioseco (Riosa), desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Poblado minero de Rioseco y restos del patrimonio industrial de las minas de Texeo, (Riosa), desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Restos del patrimonio industrial de las minas de Texeo, en Rioseco (Riosa), desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Dos de los edificios restaurados:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otro de los edificios restaurados:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Edificio restaurado:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Parte posterior de los tres edificios restaurados y que se destinaban a viviendas de los mineros:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Edificio auxiliar, también restaurado en 2011, destinado, en un principio, a albergar las cuadras y, posteriormente, utilizado como vivienda:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Poblado minero de Rioseco, restaurado parcialmente en el año 2011 por FUCOMI:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Cartel informativo de la restauración realizada en 2011 por FUCOMI:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Estado de los edificios destinados a viviendas de los mineros antes de ser restaurados en el año 2011:
Fuente Periódico de Riosa
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Estado de los edificios destinados a viviendas de los mineros antes de ser restaurados en el año 2011.En la parte baja, La Casona, Casa del Ingeniero o Dirección (a día de hoy no ha sido restaurada):
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Edificios de mineros en el poblado de Rioseco, antes de ser restaurados en el año 2011:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Estado actual de la casa del Ingeniero –Dirección-, “La Casona”, aún sin restaurar:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada principal de la casa del Ingeniero –Dirección- “La Casona”, aún sin restaurar:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Del edificio en que se encontraban las oficinas, el economato y la cantina, solo queda la planta semisótano:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Por
lo que se refiere a las Minas de Texeo, propiamente dichas, se hallan ubicadas
dentro del Monte de Utilidad Pública “ Puertos Guariza y Las Segadas, nº 264 del
Catálogo Provincial, del que es titular el Ayuntamiento de Riosa.
SEPTIMO.-
ACCESOS ACTUALES DESDE RIOSA.-
Al
poblado minero de Rioseco y, posteriormente, a las Minas Prehistóricas de Texeo
se puede acceder de la siguiente manera:
1º.-
A través de la carretera AS-231, desde La Vega de Riosa, dirección Pola de
Lena, hasta el Alto del Cordal (7 Km.).Allí, se toma la desviación a la
derecha, discurriendo por una carretera estrecha hasta el lugar conocido como
La Mesta (2,6 Km.). En este punto, en la bifurcación existente, se toma la
desviación a la derecha y se baja por una pista serpenteante que llega hasta el poblado (3 Km.). Doce
kilómetros y seiscientos metros en total.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En la bajada podemos ver la Mata de Foz y La Polea, en su ascensión hasta el pico Villuriz:
- Acceso desde La Mesta:
Bifurcación en La Mesta, a la izquierda hacia Espines de Foz; a la derecha, hacia Rioseco y Minas de Texeo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En la parte superior de la foto, se ve por donde discurre la carretera hasta llegar a La Mesta; en la parte derecha, la pista baja zigzagueante hasta Rioseco:
La pista que baja de La Mesta, en su parte final discurre entre arbolado y es muy húmeda:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Manantial donde se captaba el agua para el poblado, en las inmediaciones del Averón de Foz, al lado de la pista procedente de La Mesta:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Entrada al poblado:
2º.-
Desde La Vega de Riosa, cogiendo la carretera RI-6 La Vega-Llamo (6 km.). Aquí
se toma una pista de hormigón que baja hasta el río Llamo. Una vez cruzado, se
inicia una fuerte subida hasta llegar al
poblado (1 Km.)
- Acceso desde Llamo:
En la parte inferior de la foto puede verse el camino que parte de Llamo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Camino antes de cruzar el río Llamo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Camino antes de cruzar el río Llamo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Puente sobre el río Llamo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El inicio de la pista es muy pendiente:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
A mitad de camino ya se pueda ver el Pico Villuriz, a cuyos pies se encuentra el Poblado minero de Rioseco:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Entrada al poblado de Rioseco:
Foto: José Luis Cabo Sariego
Viviendas de los mineros restauradas en el año 2011:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
- Acceso desde el poblado a Las Minas Prehistóricas.-
Desde el poblado minero, se accede a las Minas de Texeo por un camino serpenteante y con fuerte pendiente, con 52 revueltas (Dory). Los piso 1º;2; y 3º están a la altura de la Campa Texeo y las antiguas Minas Prehistóricas ( 4º piso), El Socavón en La Campa Les Mines. (En el paraje conocido como Rincón de la Campa Les Mines, fue hallado en el año 2006, el último esqueleto completo, por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, D, MIGUEL ÁNGEL DE BLAS CORTINA). Poco más arriba y hacia la izquierda, las minas más antiguas (El Arrebolleu).
OCTAVO.-
REPORTAJE FOTOGRÁFICO.-
Como parte final de este trabajo plasmamos el estado actual de las explotaciones con el siguiente reportaje fotográfico, en el que se podrá ver:
1º.- El poblado, los restos de las instalaciones.
2º.- Las distintas bocaminas y algunas de las galerías de los pisos 1º; 2; 3º y 4º y, como colofón, las minas prehistóricas, tanto por el exterior como por el interior.
1º.- Poblado e instalaciones:
Poblado minero e instalaciones de tratamiento y lavado del mineral. En esta foto se aprecia perfectamente por donde discurría el canal procedente de la planta de tratamiento y lavaderos y que conducía los restos sólidos, agua, etc. hasta la presa y depósito de estos materiales. También se pueden ver perfectamente, en la parte superior izquierda la pista que, accede desde la Mesta hasta el poblado y en la parte derecha, en la parte baja entre el arbolado, la pista que accede desde el pueblo de Llamo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Planta de lixiviación y lavaderos:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Vista del poblado minero e instalaciones desde la Campa Gil Robles:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada principal del primero de los edificios restaurados a la entrada en el poblado desde Llamo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachadas principales de dos de los edificios de viviendas de mineros restaurados en el año 2011:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachadas principales de los tres edificios de viviendas de mineros restaurados en el año 2011:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Parte posterior de los tres edificios de viviendas de los mineros restaurados en 2011:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Edificio auxiliar inicialmente destinado a cuadras y después a vivienda:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Poblado minero de Rioseco. Han sido restaurados en el año 2011 los edificios que estaban destinadas a viviendas de los mineros(tres) y otro edificio auxiliar que, inicialmente, estuvo destinado a cuadras y, posteriormente, también a vivienda:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachadas Oeste y Sur, exteriores, de "La Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada sur, (principal) exterior, de "La Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada este, exterior, de "La Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Desde la fachada este, exterior, se puede ver esta imagen del Pico Villuriz, a través de la venta del piso bajo cubierta:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada oeste, exterior, de "La Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada sur, interior, de "La Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada este y parte de la sur, interior, de la "Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada norte exterior de "La Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada norte, interior, de la "Casona":
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Fachada Oeste(interior) de "La Casona".
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Ventana del piso bajo cubierta de la Casa de Dirección (La Casona), cara oeste interior. Se puede observar los restos de una de las chimeneas. El pico Villuriz corona el cumbre:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Depósito de los restos sólidos, después las labores de lavado y selección del mineral, que aún hoy existe por detrás de la presa:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Depósito de los restos sólidos que aún hoy existen por detrás de la presa:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Presa de contención de los restos sólidos después de ser tratado y lavado el mineral:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El canal procedente de las instalaciones de tratamiento del mineral y los lavaderos, por donde bajaban los restos de la ganga (arena y piedras pequeñas, agua etc,), para llegar hasta la zona de depósito por debajo del poblado, donde existía una presa para contener la parte solida, tenía tramos descubiertos y otros cubiertos como el que aparece en la foto:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Planta de lixiviación:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Vista general de la planta de lixiviación y de los lavaderos. En las fotos siguientes alguna de sus partes:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Restos de la caseta del transformador y de parte de la planta de lixiviación:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
La Chimenea, a pesar del tiempo transcurrido, permanece esbelta y erguida:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
La Chimenea parece querer medirse con el pico Villuriz, hacia donde apunta:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
La chimenea se encuentra perfectamente conservada a pesar del tiempo transcurrido desde su construcción. En la base los cuatro lados miden dos metros respectivamente. En la parte superior cada lado mide, respectivamente, un metro y veinte centímetros aproximadamente:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
La parte superior de la chimenea es moldurada:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de la chimenea de Rioseco. Se puede ver la escalera que sube hasta la parte superior de la misma:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de la chimenea de Rioseco. Se puede ver la escalera que sube hasta la parte superior de la misma:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Base de la chimenea (interior):
Acceso al interior de la chimenea:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Vista de la chimenea desde la base por donde se accede al interior:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Chimenea de Rioseco desde el sur:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
- 2º.- Bocaminas de los distintos pisos, restos de instalaciones y de los medios de transporte y minas prehistóricas.
Transversal de la Casa Candanal:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Campa Texeo y Campa Les Mines desde el Picu Villuriz:
Campa Texeo y Campa Les Mines desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Vista de parte de las 52 revueltas del camino de acceso a las Minas de Texeo desde Rioseco, construido así para salvar la fuerte pendiente. Según Alfonso Dory, autor de la famosa Memoria sobre la Minas de Texeo, publicada en el mes de noviembre de 1893 en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería, el camino había sido ejecutado en el año anterior (1892).
Foto tomada desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Campa Texeo:
Foto: José Luis Cabo Sariego
Vista de parte de las 52 revueltas del camino de acceso a las Minas de Texeo desde Rioseco, construido así para salvar la fuerte pendiente. Según Alfonso Dory, autor de la famosa Memoria sobre la Minas de Texeo, publicada en el mes de noviembre de 1893 en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería, el camino había sido ejecutado en el año anterior (1892).
Foto tomada desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Vista de parte de las 52 revueltas del camino de acceso a las Minas de Texeo desde Rioseco, construido así para salvar la fuerte pendiente. Según Alfonso Dory, autor de la famosa Memoria sobre la Minas de Texeo, publicada en el mes de noviembre de 1893 en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería en noviembre de 1892, el camino había sido ejecutado en el año anterior (1892).
Foto tomada desde el Picu Villuriz:
Foto: José Luis Cabo Sariego
Bocamina:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Bocamina:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Galería:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Salida de la galería. Se puede ver el pico LLosorio en el horizonte:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Bocamina en el piso 2º. A su izquierda estaba la fragua:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Restos del edificio que albergaba la oficina del capataz y las duchas:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Restos del edificio que albergaba la oficina del capataz y las duchas:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En esta fotografía de Ricardo Rabaldana, podemos ver el estado de la oficina del capataz en el año 1990:
Galería:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Lugar de salida de uno de los cables aéreos hasta las instalaciones de Rioseco en el piso 1º:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Tubería que iba de la caseta de compresores a la bocamina:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Lugar donde se hallaba la caseta de los compresores:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
- 3º.-Minas Prehistóricas.-
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Minas Prehistóricas en La Campa Les Mines. El Socavón:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El Socavón. En La Campa Les Mines:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Entrada a las Minas de Cobre de Texeo (Riosa), por el Socavón:
Hermoso pilar que dejaron nuestros antepasados hace más 4.500 años en el que se apoyan los arcos rebajados para evitar que la montaña no se les viniera encima. Estos pilares que hoy se pueden ver desde el exterior, antes estaban bajo tierra. Fue durante la explotación moderna de las minas cuando se franquearon amplias entradas como esta del Socavón o la del Arrebolleu, de ahí que se puedan ver desde el exterior:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Detalle de una cuña de la época de la época de la explotación moderna:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Pozo vertical de más 30 m.:
Pozo vertical de más 30 m.:
Pozo vertical de más 30 m.:
Vetas de mineral de cobre (malaquita y azurita) en el interior de las Minas:
Vetas de mineral de cobre (malaquita y azurita) en el interior de las Minas:
Vetas de mineral de cobre (malaquita y azurita) en el interior de las Minas:
Restos de un carretillo de la época de la explotación moderna:
Bajando por un plano inclinado en el interior de la mina:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las Minas Prehistóricas entrando por el Socavón. En esta foto ya se ven vestigios de la explotación moderna, como las tuberías que desde los compresores situados en exterior, en el piso 2º, alimentaban los martillos perforadores utilizados para barrenar:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otro de los pilares en el que se apoyan los arcos rebajados, este en el interior:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Esta vagoneta permanece, en la actualidad, en una zona de descarga del mineral como testigo mudo de la actividad desarrollada en la última etapa de la explotación de las Minas:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto cedida por Honorino Ruiz
Otra vagoneta en un punto diferente de la explotación:
Foto: Sebi Alonso
Durante la explotación de las minas en la época moderna se utilizaron martillos perforadores. El aire se llevaba mediante estas tuberías y, en algunos puntos, para extraer el agua que se formaba por la condensación se utilizaban estos bombos cilíndricos con una llave en la parte baja, para purgar. De esta forma los martillos no resultaban dañados por la corrosión:
Foto: Sebi Alonso
Durante la explotación de las minas en la época moderna se utilizaron martillos perforadores. El aire se llevaba mediante estas tuberías y, en algunos puntos, para extraer el agua que se formaba por la condensación se utilizaban estos bombos cilíndricos con una llave en la parte baja, para purgar. De esta forma los martillos no resultaban dañados por la corrosión:
Foto: Sebi Alonso
Foto: Sebi Alonso
En alguna de las galerías de la explotación aún se pueden ver vagones enganchados como los de la foto:
Detalle de un cargadero:
Foto cedida por Honorino Ruiz
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Restos de una pala en el el interior de las Minas de Texeo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las Minas de Cobre y Cobalto de Texeo (Riosa). Se pueden ver restos de la explotación moderna como es la tubería para el aire de los martillos perforadores:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En alguna de las galerías de la explotación. aún se pueden ver vagones enganchados como los de la foto:
En alguna de las galerías de la explotación aún se pueden ver vagones enganchados como los de la foto:
Foto: Sebi Alonso
Aislantes para los cables:
Foto: Sebi Alonso
Pilares, arcos rebajados ..., en el interior de las mimas:
Foto cedida por Honorino Ruiz
Foto cedida por Honorino Ruiz
Tubería de alimentación de los martillos perforadores con los que se barrenaba:
Foto cedida por Honorino Ruiz
Restos de una pala en el el interior de las Minas de Texeo:
Restos de una pala en el el interior de las Minas de Texeo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las Minas de Cobre y Cobalto de Texeo (Riosa). Se pueden ver restos de la explotación moderna como es la tubería para el aire de los martillos perforadores:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto cedida por Honorino Ruiz
Entibación de madera en una de las galerías de la época de la explotación moderna:
Entibación de madera en una de las galerías de la época de la explotación moderna:
En esta imagen se pueden ver distintos niveles de la explotación:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Cruce de vías para acceso a dos galerías:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Cargadero de mineral:
Coladero tapado:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otro de los cargaderos en una de las galerías:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Galeria, en la que aparece un cargadero y en la que aún se conserva la vía de la época de la explotación moderna:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Veta de mineral de cobre, principalmente azurita:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Mineral de cobre (Azurita y malaquita):
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Veta de mineral :
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Veta de mineral de cobre (Azurita y malaquita) :
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Veta de mineral de cobre (malaquita) :
Junto a pasos muy estrechos, también hay muchísimas bóvedas como esta:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Salida de Las Minas por El Socavón:
Este es el aspecto del Socavón desde el interior. Los pilares de apoyos son columnas de gran belleza:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El pilar que aparece en esta foto es de gran belleza:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otra imagen de pilares entre los hastiales:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Pilar de apoyo y detalle de los arcos rebajados:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En esta foto se aprecia aún mejor los pilares de apoyo de los hastiales y los arcos rebajados:
Otra
de las bocaminas antiguas:
Minas Prehistóricas de Texeo (Riosa). El Arrebolleu:
En estas fotos podemos ver la entrada de las Minas Prehistóricas de Texeo por El Arrebolleu:
Minas Prehistóricas. El Arrebolleu:
Minas Prehistóricas de Texeo (Riosa). El Arrebolleu:
Minas Prehistóricas. El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Aspecto del Socavón desde el interior:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Aspecto del Socavón desde el interior:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Aspecto del Socavón desde el interior:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Detalles de las columnas:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Bocamina antigua:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Bocamina con restos de una vagoneta:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Bocamina con restos de una vagoneta:
Rincón de La Campa Les Mines, entrada de una de las explotaciones antiguas, lugar donde fue hallado un esqueleto completo de más cuatro mil años, en Julio de 2006, por el catedrático de La Universidad de Oviedo, D. Miguel Angel de Blas Cortina. Campaña de excavaciones arqueológicas iniciada en el año 2005:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Rincón de La Campa Les Mines, entrada de una de las explotaciones antiguas, lugar donde fue hallado un esqueleto completo de más cuatro mil años, en Julio de 2006, por el catedrático de La Universidad de Oviedo, D. Miguel Angel de Blas Cortina. Campaña de excavaciones arqueológicas iniciada en el año 2005:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Explotación antigua. Rincón de la Campa Les Mines, lugar donde apareció el último esqueleto completo de más de cuatro mil años, en julio 2006, en la campaña arqueológica llevada a cabo por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, D. Miguel Angel De Blas Cortina:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En estas fotos se pueden apreciar los hermosos pilares en que se apoyan los arcos rebajados admirablemente trazados:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto cedida por Honorino Ruiz
Foto cedida por Honorino Ruiz
Foto cedida por Honorino Ruiz
Foto cedida por Honorino Ruiz
Foto cedida por Honorino Ruiz
Lugar donde apareció el esqueleto hallado por el catedrático de la Universidad de Oviedo, D. Miguel Angel de Blas Cortina en el mes de julio de 2006:
Foto: José Luis Cabo Sariego.Lugar donde apareció el esqueleto hallado por el catedrático de la Universidad de Oviedo, D. Miguel Angel de Blas Cortina en el mes de julio de 2006:
El pilar que aparece en esta foto es de gran belleza:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otra imagen de pilares entre los hastiales:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Pilar de apoyo y detalle de los arcos rebajados:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
En esta foto se aprecia aún mejor los pilares de apoyo de los hastiales y los arcos rebajados:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otra bocamina antigua.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Pozo vertical en la zona del Arrebolleu.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Los mineros del cobre, hace más de cuatro mil quinientos años, con los medios rudimentarios de que disponían esculpieron y cincelaron la roca caliza, extrayendo el mineral y dejándonos estos bellos pilares y arcos rebajados, con el fin de que la montaña no se les viniera encima:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Los mineros del cobre, hace más de cuatro mil quinientos años, con los medios rudimentarios de que disponían esculpieron y cincelaron la roca caliza, extrayendo el mineral y dejándonos estos bellos pilares y arcos rebajados, con el fin de que la montaña no se les viniera encima:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Los mineros del cobre, hace más de cuatro mil quinientos años, con los medios rudimentarios de que disponían esculpieron y cincelaron la roca caliza, extrayendo el mineral y dejándonos estos bellos pilares y arcos rebajados, con el fin de que la montaña no se les viniera encima:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas de Texeo (Riosa). El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Minas Prehistóricas. El Arrebolleu
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Saliendo al exterior en las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El Arrebolleu. Minas de Cobre y Cobalto de Texeo (Riosa):
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Interior de las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Saliendo al exterior en las minas de Texeo, en El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
El Arrebolleu. Minas de Cobre y Cobalto de Texeo (Riosa):
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Otra de las bocaminas antiguas:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Entrada de las minas prehistóricas en su explotación más antigua. El Arrebolleu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Una de la bocaminas antiguas en el piso tercero:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Casa del Ingeniero. Al pie de las bocaminas:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Rueda que sujetaba el cable aéreo que transportaba el mineral de las bocaminas hasta las instalaciones del poblado de Rioseco, donde se seleccionaba y se lavaba:
Plataforma desde donde se iniciaba el transporte mediante el cable aéreo:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Restos de una de las cazoletas
que transportaba el mineral:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Uno de los apoyos del cable aéreo en el lugar conocido como El Seltu:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Edificio donde se ubicaba la maquinaria para el arrastre de las vagonetas del plano inclinado. La parte superior del muro de piedra ha sido añadida, ya que en esa parte el edificio tenía un hueco por donde salían los cables de arrastre:
En La Campa Texeo, cubierta de maleza se puede ver un tramo de la plataforma por donde discurría el plano inclinado:
Foto: José Luis Cabo Sariego.
Detrás del ganado, podemos ver otro tramo del plano inclinado en La Campa de Texeo:
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* ALFONSO DORY -ALPHONSE DORY Y DE VILLERS-, nació en el año 1860 en Moresnet (Belgica). Es autor de las siguientes publicaciones:
- Memoria publicada en 1893 en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería de Madrid -fechado el 01-01-1893 y publicado, en su primera parte, el 1 de noviembre de 1893 (número 1.463) y la segunda, EL 24 de noviembre de 1893 (número 1.466), con el título “Las minas antiguas de cobre y cobalto del Aramo”.
- “Les Mines préhistoriques del´Aramo (Asturies)”.
- Les mines de l'Aramo au point de vue industriel
- Le mercure dans les Asturies.
- La crise des charbons y Statistique miniere.
Estos tres últimos trabajos publicados en el año 1894 en la Revista belga "Revue Universelle des Mines (Cuyper), de la métallurgie, des travaux publics et des arts appliqués a l´industrie" y en "Publications de la Societé des ingenieurs sortis de l´Ecole d´Industrie et des Mines de Hainaut".
* ALFONSO DORY -ALPHONSE DORY Y DE VILLERS-, nació en el año 1860 en Moresnet (Belgica). Es autor de las siguientes publicaciones:
- Memoria publicada en 1893 en la Revista Minera Metalúrgica y de Ingeniería de Madrid -fechado el 01-01-1893 y publicado, en su primera parte, el 1 de noviembre de 1893 (número 1.463) y la segunda, EL 24 de noviembre de 1893 (número 1.466), con el título “Las minas antiguas de cobre y cobalto del Aramo”.
- “Les Mines préhistoriques del´Aramo (Asturies)”.
- Les mines de l'Aramo au point de vue industriel
- Le mercure dans les Asturies.
- La crise des charbons y Statistique miniere.
Estos tres últimos trabajos publicados en el año 1894 en la Revista belga "Revue Universelle des Mines (Cuyper), de la métallurgie, des travaux publics et des arts appliqués a l´industrie" y en "Publications de la Societé des ingenieurs sortis de l´Ecole d´Industrie et des Mines de Hainaut".
Riosa, 15 de junio de 2013
José Luis Cabo Sariego
Enhorabuena por el excelente trabajo realizado
ResponderEliminarHola buenos días José Luis. He intentado ponerme en contacto a través de FB pero no he podido. Le dejo aquí mi dirección de correo electrónico por si puede escribirme y aclarar alguna duda en relación a la información que nos muestra en su blog. Gracias de antemano y enhorabuena por todo su trabajo.
ResponderEliminarMi dirección de correo es ism0020@hotmail.com
Isaac, en el mes de Agosto y parte del de setiembre estuve de vacaciones, y ahora al revisar el blog, vi tu mensaje, acabo de responderte a través de mi correo electrónico, por si quieres enviarme tus dudas. Si me las mandas intentaré resolverlas en la medida de lo posible. Perdona por no haberte respondido antes.
ResponderEliminarExtraordinario trabajo, José Luis
ResponderEliminarHola, me gustaria poder obtener mas informacion sobre esta explotacion mi correo es luisaguijarro2@gmail.com .
ResponderEliminarSaludos cordiales
Luis, si quieres alguna otra información, deberías especificarnos que te interesa. Si la conocemos, te informaremos. Un saludo
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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